IsraelNetanyahu advierte: Hamás debe desarmarse o “todo el infierno” estallará

Netanyahu advierte: Hamás debe desarmarse o “todo el infierno” estallará

Netanyahu exige que Hamás se desarme o enfrentará graves consecuencias. Descubre los antecedentes, riesgos y claves del conflicto.

Desde una cama de hospital, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu lanzó una advertencia contundente: si Hamás no acepta desarmarse conforme al plan de paz promovido por el presidente Donald Trump, “todo el infierno” estallará. Esta declaración ha prendido las alarmas diplomáticas y militares, en un momento en que el conflicto israelí-palestino atraviesa una fase delicada: se ha logrado una tregua y se liberaron rehenes, pero el desenlace sigue incierto.

La exigencia de desarme no es nueva. Formaba parte del plan de 20 puntos presentado por Trump y aceptado por ambas partes como base para la desescalada y estabilización de Gaza. Pero la real voluntad de Hamás de entregar sus armas, y la forma —diplomática o forzosa— en que esto podría ocurrir, son puntos de tensión.

El ultimátum de Netanyahu y su significado estratégico

¿Qué dijo exactamente Netanyahu?

En una entrevista concedida a CBS News, desde el hospital Beilinson, Netanyahu advirtió que aunque Israel ha dado una oportunidad a la paz, si Hamás no procede al desarme, “todo el infierno” se desatará. Citó explícitamente el plan de paz de Trump, que obliga a la organización palestina a desmantelar sus arsenales, cerrar fábricas de armas y detener todo contrabando. Para Netanyahu, la negociación debe avanzar por fases: primero liberar rehenes, luego desmilitarizar Gaza.

En sus palabras:

“Nos comprometimos a dar una oportunidad a la paz… ahora hagamos la segunda parte”

También recordó que la fuerza y la capacidad de defensa de Israel son esenciales para mantener la paz.

Estrategia diplomática vs presión militar

Netanyahu ha insistido en que el desarme de Hamás puede lograrse voluntariamente bajo el marco del plan Trump, pero si eso no ocurre, Israel está dispuesto a imponerlo por la fuerza:

  • Vía diplomática: negociaciones con supervisión internacional, incentivos para renunciar al armamento, supervisión externa.
  • Vía militar: si Hamás se niega, Israel actuaría para “decomisar” armas o destruir infraestructuras bélicas.

Además, tras el acuerdo inicial de alto el fuego con intercambio de rehenes, Netanyahu advirtió que si el plan no se cumple, Israel retomará la guerra.

Contexto del acuerdo de paz y del cese al fuego

El plan de 20 puntos de Trump

El plan de paz propuesto por Donald Trump incluye 20 cláusulas, entre ellas:

  1. Liberación mutua de rehenes y prisioneros.
  2. Desarme gradual de Hamás.
  3. Prohibición de arsenales y fábricas de armas dentro de Gaza.
  4. Control fronterizo con supervisión internacional.

Durante la fase inicial, Hamás liberó 20 rehenes vivos y entregó algunos cuerpos de los fallecidos (aunque no todos). Israel liberó unos 2.000 prisioneros, incluidos 250 condenados a cadena perpetua.

Sin embargo, Hamás ha mostrado resistencia a entregar su arsenal por completo, y solo entregó algunas de las 28 cuerpos de rehenes muertos, lo que ha generado tensiones.

La guerra aún no ha terminado oficialmente

Un funcionario de alto nivel de la Oficina del Primer Ministro israelí declaró que la guerra no ha concluido realmente: lo acordado entre Israel y Hamás corresponde solo a la “primera fase” del plan. Esta fase contempla la liberación de rehenes y ciertos arreglos iniciales, pero los puntos de desarme y desmilitarización aún deben cumplirse.

Netanyahu y su equipo consideran que hasta que estas etapas no finalicen, no puede hablarse de paz definitiva ni de victoria completa.

Escenarios posibles ante el ultimátum

Escenario 1: Hamás accede a desarmarse

Si Hamás acepta entregar sus armas bajo supervisión internacional, podría:

  • Asegurar el levantamiento gradual del bloqueo sobre Gaza.
  • Recibir apoyo internacional para reconstrucción.
  • Particionar su estructura militar hacia fuerzas de seguridad reguladas.

Este camino diplomático sería el más pacífico, aunque difícil, dada la desconfianza acumulada y las amenazas de reacción interna dentro de Gaza.

Escenario 2: Hamás rechaza y enfrenta presión militar

Si Hamás se niega a desarmarse, Israel podría:

  • Reiniciar operaciones militares intensas dentro de Gaza.
  • Destruir instalaciones de fabricación de armas.
  • Emplear acciones quirúrgicas para neutralizar líderes.

Esto implicaría graves riesgos humanitarios y diplomáticos, así como represalias regionales.

Escenario 3: Estancamiento y conflicto prolongado

Un punto intermedio es que Hamás prolongue el estatus quo:

  • Cumpla parcialmente los acuerdos.
  • Retrase entregas de armas clave.
  • Mantenga control interno sobre Gaza, ejerciendo presión territorial.

Israel podría responder con sanciones, restricciones al acceso humanitario o amenazas continuas, pero sin escalar al máximo conflicto inmediato.

Repercusiones internacionales y diplomáticas

Reacciones de países árabes y comunidad internacional

Países de la región, como Egipto, Qatar o Arabia Saudita, tienen interés directo en la estabilidad de Gaza. Ellos podrían mediar o presionar para que Hamás acepte el desarme, para evitar una nueva escalada que afecte a sus fronteras.

Estados Unidos, por su parte, ha dicho que si Hamás no cumple, podrían desarmarla “quizás violentamente” según declaraciones de Trump. Un reciente pronunciamiento militar de EE. UU. también demandó a Hamás cesar la violencia hacia civiles en Gaza y desarmarse inmediatamente.

Organismos internacionales como la ONU y la Cruz Roja podrían intervenir en la supervisión del proceso, así como en la mitigación del impacto humanitario.

Riesgos de escalada regional

Un conflicto renovado en Gaza puede tener efectos dominó:

  • Involucramiento de grupos como Hezbollah desde el sur del Líbano.
  • Intervención indirecta de Irán, que provee apoyo a Hamás.
  • Repercusiones diplomáticas en países que apoyan al mundo árabe o la causa palestina.

Por ello, muchos países vigilan con cautela el desarrollo del ultimátum.

Historia del conflicto y el rol de Hamás

Orígenes del enfrentamiento

El conflicto israelí-palestino tiene raíces profundas. Hamás emergió como una facción militante palestina con la finalidad de liberar territorio y oponerse militarmente a la presencia israelí. En sus estatutos iniciales, no reconocía al Estado de Israel y promovía la resistencia armada.

A lo largo de las décadas, ha habido múltiples guerras entre Israel y Gaza (2008-2009, 2012, 2014, 2021 y las recientes). En cada conflicto, Hamás ha recurrido a cohetes, túneles y estructuras subterráneas para resistir el avance israelí.

Evolución reciente hasta 2025

Tras el ataque masivo de Hamás el 7 de octubre de 2023, Israel movilizó operaciones ofensivas en Gaza para neutralizar al grupo. Durante más de dos años, se desató un desgaste militar, con gran destrucción, pérdidas civiles y una crisis humanitaria.

Las negociaciones para intercambiar prisioneros y rehenes se han convertido en un eje recurrente. En 2025, con presión internacional y desgaste mutuo, se acordó una tregua parcial. Pero el esqueleto del conflicto —el armamento de Hamás y su capacidad de control territorial— sigue intacto.

El actual ultimátum de Netanyahu releva que, tras años de enfrentamiento, Israel pretende cerrar esta etapa exigiendo un cambio radical: desarmar a Hamás y controlar el futuro de Gaza.

Análisis experto: implicaciones y probabilidades

Varios analistas coinciden en que el ultimátum es tanto político como militar. Mostrar firmeza fortalece la imagen de Netanyahu ante sus bases y en las negociaciones internacionales. Además:

  • El desarme forzado es técnicamente complejo. Hamás ha dispersado armas y construido redes clandestinas.
  • La comunidad internacional teme que una operación militar masiva genere miles de víctimas civiles y destruya infraestructuras vitales.
  • El grado de supervisión internacional será clave: si terceros (ONU, países árabes) participan en el control del desarme, la credibilidad del proceso aumentará.

La probabilidad más realista es un período prolongado de negociación tensa, con pequeñas concesiones graduales por ambas partes, más que un resultado dramático rápido.

Conclusión

El ultimátum de Netanyahu es una señal clara: Israel no aceptará que el conflicto con Hamás termine sin abordar la raíz del poder bélico palestino en Gaza. Ese mensaje viene acompañado de plazos y advertencias de fuerza, y se inserta en un contexto donde la guerra aún no ha finalizado oficialmente y las fases previstas del plan Trump están parcialmente cumplidas.

El camino hacia la paz dependerá de la capacidad diplomática de ambas partes: si Hamás decide desarmarse bajo supervisión internacional, podría abrirse una ventana de reconstrucción y normalización. Pero si insiste en mantener su arsenal, está en juego una ofensiva renovada con consecuencias impredecibles.

En este punto, el mundo observa. El resultado no solo definirá el futuro de Gaza e Israel, sino el equilibrio de poder en Oriente Medio.

Preguntas frecuentes (FAQ)

¿Qué significa exactamente “desarme” en el contexto del plan Trump?
Significa que Hamás debe entregar o neutralizar sus armas, cerrar fábricas de armamento en Gaza y cesar el contrabando —todo bajo supervisión externa—.

¿Es posible que Hamás acepte desarmarse voluntariamente?
Es improbable en su totalidad, pero podría aceptar entregas parciales o reintegrar ciertos recursos dentro de una fuerza de seguridad regulada.

¿Qué papel juegan países árabes o internacionales?
Actúan como mediadores, garantes de acuerdos, y podrían participar en supervisiones del proceso de desarme.

¿Cuáles son los riesgos de una operación militar contra Hamás?
Altas bajas civiles, condena internacional, destrucción masiva y posible escalada regional.

¿Cuándo podría considerarse que la guerra ha terminado?
Cuando todas las fases del plan (liberación de rehenes, desarme, supervisión internacional) se hayan cumplido y Gaza esté estabilizada.

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