En un encuentro cargado de simbolismo, visión estratégica y reconocimiento militar, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, se reunió el lunes con el Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en el cuartel general del Kirya, en Tel Aviv. Acompañado por el ministro de Defensa, Israel Katz, y el jefe del Estado Mayor, teniente general Eyal Zamir, Netanyahu transmitió un contundente mensaje: la Operación León Ascendente en Irán no solo fue una acción táctica de defensa, sino un evento que marcará un antes y un después en la historia del pueblo judío y del Estado de Israel.
Reconocimiento al liderazgo militar
Durante la reunión, Netanyahu expresó su profundo agradecimiento a los altos mandos de las FDI por la planificación y ejecución impecable de la operación. Sus palabras resaltaron la dimensión histórica del momento:
“Personalmente, quisiera expresar mi inmenso aprecio y gratitud al Ministro de Defensa Israel Katz, al Jefe del Estado Mayor de las FDI, Eyal Zamir, y a los miembros del Foro del Estado Mayor General por la perfecta ejecución de las misiones que nos encomendamos. ‘Un pueblo que se alza como un león’, y mucho más”.
Con esta expresión, Netanyahu aludió al espíritu resiliente y valiente que ha caracterizado al pueblo judío, particularmente en los últimos siglos, tras siglos de persecución, exilio y tragedias como la Shoá.
La línea divisoria en la historia del pueblo judío
El primer ministro subrayó que la Operación León Ascendente encarna el espíritu del nuevo Israel: fuerte, autónomo, soberano y determinado a defenderse. En sus palabras, marcó una línea divisoria entre las generaciones que vivieron la diáspora, los pogromos y el Holocausto, y la generación que vive en un Estado judío fuerte, con un ejército moderno y efectivo.
“Durante los siglos de nuestro exilio, el pueblo judío perdió la capacidad de oponerse a quienes lo atacaban. Nos convertimos en una hoja arrastrada por el viento… Esta es la línea que separa las generaciones de la historia judía de lo que ha sucedido en nuestra generación: el establecimiento del Estado y las Fuerzas de Defensa de Israel”.
Netanyahu evocó los días de los fundadores del sionismo moderno, quienes comprendieron que la única forma de garantizar la supervivencia del pueblo judío era mediante un Estado propio, respaldado por fuerza militar y diplomática.
Irán: la amenaza más seria desde la fundación de Israel
En su discurso, el primer ministro abordó de manera directa y detallada la amenaza iraní. Afirmó que, desde su punto de vista estratégico, el régimen islámico de Teherán representa una amenaza existencial incluso mayor que la del panarabismo en sus tiempos de mayor auge.
“En Irán se creó contra nosotros una amenaza no menos fuerte, y quizás incluso mayor, que la amenaza panárabe en su apogeo, y que todavía nos amenaza”.
Netanyahu fue claro en su diagnóstico de que Irán no solo busca capacidades nucleares, sino que ha diseñado tres ejes de aniquilación contra Israel:
- El eje regional de estrangulamiento, conformado por milicias y aliados en Líbano, Siria, Gaza, Irak y Yemen, que apuntan a rodear y desestabilizar a Israel.
- El eje misilístico, con cientos de miles de proyectiles apuntando al territorio israelí.
- La amenaza nuclear, como proyecto a largo plazo para lograr capacidades de destrucción masiva.
El dilema de la acción y el consenso nacional
Netanyahu destacó que ante semejante amenaza, no había espacio para la duda ni la inacción. Comparó la situación con la de un paciente con cáncer:
“El Estado de Israel era como una persona con dos tumores cancerosos: uno era la amenaza nuclear y el segundo, la amenaza de los misiles. Si no los extirpas, mueres”.
La decisión de llevar a cabo la Operación León Ascendente fue tomada con consenso unánime del liderazgo político y militar del país, según afirmó Netanyahu. Esta unidad estratégica reforzó la legitimidad y la contundencia del operativo.
A pesar de las dudas sobre si Estados Unidos respaldaría abiertamente la acción, Netanyahu afirmó con claridad:
“Les dije que haríamos todo lo posible para que se unieran, pero no era una condición. No era una condición, enfatizó”.
Un legado militar que estudiará el mundo
Netanyahu cerró su intervención ante el Estado Mayor destacando que la operación no solo ha fortalecido la seguridad nacional, sino que también será recordada y estudiada como una de las maniobras más audaces y exitosas en la historia militar moderna.
“Nada de esto habría sido posible sin la intensa y magnífica operación que quedará grabada en la historia de nuestro pueblo y, en mi opinión, en la historia mundial, sin duda en la historia militar, que creo que todos estudiarán”.
Además, hizo referencia a que esta victoria ya tiene consecuencias positivas en áreas como la economía, reforzando la percepción de seguridad e inversión en Israel a nivel global.
Implicaciones estratégicas de la Operación León Ascendente
Más allá del reconocimiento público, la Operación León Ascendente representa un giro significativo en la doctrina de defensa israelí. El ataque preventivo contra instalaciones estratégicas en Irán pone en evidencia varias transformaciones en el enfoque de seguridad nacional:
Proyección de fuerza extraterritorial
Israel ha demostrado que no está limitado por fronteras geográficas para proteger a su población. La operación en territorio iraní señala una capacidad avanzada de inteligencia, logística y precisión en sus operaciones.
Independencia operativa
La decisión de actuar sin esperar el respaldo total de Washington indica un nuevo nivel de independencia estratégica por parte del gobierno israelí. Aunque las relaciones con Estados Unidos siguen siendo fundamentales, Israel deja claro que tomará las medidas necesarias cuando su supervivencia esté en juego.
Disuasión regional
La contundencia del operativo envía un mensaje a otros actores hostiles en la región, como Hezbollah, Hamás o milicias proiraníes: Israel no dudará en actuar de manera fulminante y quirúrgica.
Impacto global
Netanyahu sugirió que la operación tiene implicaciones no solo regionales sino globales. El éxito militar israelí frente a un régimen como el iraní podría convertirse en un caso de estudio en academias militares y centros estratégicos de todo el mundo.
El mensaje a las nuevas generaciones
Las palabras de Netanyahu también buscaron resonar entre los ciudadanos israelíes, particularmente los jóvenes, soldados y reservistas. La narrativa de una generación que ha pasado de la vulnerabilidad al poder está diseñada para reforzar la identidad nacional y la moral pública.
El énfasis en la continuidad histórica del pueblo judío, desde la destrucción de los Templos hasta la creación del Estado moderno, y ahora la defensa activa de su existencia, convierte la Operación León Ascendente en un símbolo de resistencia, redención y autodeterminación.
Una operación para la historia
La reunión entre el primer ministro Benjamin Netanyahu y el Estado Mayor de las FDI marcó algo más que un encuentro estratégico: fue la consagración oficial de una operación militar histórica que podría redefinir la posición de Israel frente a sus enemigos regionales y ante el mundo.
La Operación León Ascendente representa un momento decisivo que, en palabras del propio Netanyahu, «quedará grabado en la historia del pueblo judío». Una afirmación que no solo honra el pasado, sino que también proyecta hacia el futuro una visión de fortaleza, unidad y determinación.