En un giro sorprendente, los prisioneros árabes israelíes que estaban destinados a ser liberados como parte de un acuerdo con Hamás han expresado su firme oposición a la liberación bajo esos términos. La decisión de 25 ciudadanos israelíes de rechazar el intercambio de prisioneros se basa en su deseo de demostrar su inocencia frente a los tribunales en lugar de beneficiarse del acuerdo con el grupo terrorista.
La mayoría de estos prisioneros israelíes fueron detenidos después del 7 de octubre, enfrentando acusaciones de incitación y apoyo al terrorismo. Hasta el momento, no han sido sometidos a juicio, y sus abogados defensores han notificado a los fiscales estatales sobre la firme posición de sus clientes.
Hassan Jabareen, abogado y fundador del grupo de derechos árabes Adalah, destacó la falta de claridad sobre la inclusión de estos prisioneros en el acuerdo. Afirmó que, según la información disponible, Hamás no solicitó la liberación de estos detenidos y subrayó la determinación de los prisioneros de probar su inocencia en los tribunales.
La intervención del Ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, fue señalada como la fuerza impulsora detrás de la inclusión de estos prisioneros en el acuerdo. Se criticó que ni los abogados defensores ni los familiares fueron informados adecuadamente, generando preocupaciones sobre posibles condiciones para la liberación que aún no se conocen.
Bader Agbaria, abogado de Aya Khatib, una prisionera árabe israelí condenada por utilizar su posición como trabajadora humanitaria para apoyar a Hamás, también expresó incertidumbre sobre la posición de su cliente en este acuerdo. La falta de contacto directo con los prisioneros y la negación de solicitudes para reunirse con ellos ha generado tensiones adicionales.
La oposición a la inclusión de estos prisioneros en el acuerdo se extiende a los líderes árabes israelíes, quienes emitieron una declaración conjunta expresando su desaprobación. Consideran este paso como “inusual y peligroso”, argumentando que se realiza antes de completar el proceso legal correspondiente.
La tregua inicial en el conflicto entre Israel y Hamás, que debía expirar el lunes, se extendió por dos días. El acuerdo contempla la liberación de 50 mujeres y niños israelíes secuestrados por Hamás durante los ataques del 7 de octubre. A pesar de algunos avances en la liberación de rehenes, la incertidumbre en torno a la postura de estos prisioneros israelíes agrega un elemento complejo a la dinámica del acuerdo. La situación actual sugiere que la resolución de la crisis podría depender de la decisión final de los prisioneros sobre su destino legal y su rechazo al acuerdo propuesto con Hamás.