El 9 de septiembre de 2025, Israel ejecutó un ataque aéreo en Doha, Catar, dirigido a la cúpula política de Hamás congregada para discutir una propuesta estadounidense de alto al fuego. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, emitió una advertencia contundente a Catar: “expulsen” a esos líderes o “llévenlos ante la justicia”, “porque si no lo hacen, lo haremos nosotros”. La ofensiva reactivó tensiones diplomáticas, cuestionamientos legales e incertidumbre sobre el futuro de la paz en Gaza y la región.
Contexto histórico y político del conflicto
Origen del conflicto moderno entre Israel y Hamás
- Hamás, movimiento islamista palestino, tomó relevancia militar y política tras su victoria electoral en los territorios palestinos en 2006, y tras posibles conflictos recurrentes con Israel en Gaza.
- El ataque del 7 de octubre de 2023, realizado por Hamás, causó alrededor de 1.200 muertes en Israel y la toma de decenas de rehenes, desencadenando una intensa ofensiva militar israelí en Gaza.
Catar como mediador internacional
- Catar ha desempeñado un papel clave como mediador: aloja líderes de Hamás, colabora con Estados Unidos y Egipto en negociaciones de alto al fuego, así como en la liberación de rehenes y transferencias humanitarias.
- Ha sido uno de los principales patrocinadores financieros y diplomáticos de Hamás, con trasferencias multimillonarias autorizadas en coordinación con EE. UU. e Israel, por razones políticas y humanitarias.
Marco jurídico internacional y soberanía
- El derecho internacional reconoce la soberanía territorial como principio fundamental. Un ataque militar en territorio extranjero, sin consentimiento, constituye una violación grave de la soberanía nacional.
- Por otra parte, la responsabilidad internacional contra el terrorismo permite, según algunos argumentos legales, acciones de autodefensa si se acredita una amenaza inminente, conforme a la Carta de las Naciones Unidas. Esta tensión legal es central para interpretar los acontecimientos recientes.
Desarrollo de los hechos
Detalles del ataque aireo en Doha
- Según informes oficiales e imágenes satelitales, el bombardeo tuvo lugar en el distrito de Leqtaifiya de Doha, a las 15:46 hora local, dirigido contra la sede residencial donde se reunían varios líderes políticos de Hamás para analizar una propuesta de alto al fuego respaldada por EE. UU..
- Fueron desplegados aproximadamente 15 jets de combate israelíes que arrojaron cerca de 10 bombas, algunas dirigidas al despacho de Khalil al-Hayya, líder de Hamás en Gaza, y a oficinas cercanas como la de Ismail Haniyeh, que ya había sido asesinado en 2024 pero cuya oficina seguía siendo utilizada como punto de reunión.
- El resultado: Hamás afirma que los altos mandos sobrevivieron. Hubo al menos seis muertos, incluidos miembros de rango inferior y un funcionario de seguridad catarí; unas oficinas sufrieron daños severos.
Reacción de Israel, comunicado de Netanyahu
- Netanyahu justificó la operación como parte de la campaña israelí para capturar la cúpula de Hamás, responsabilizándola de los ataques del 7 de octubre de 2023. Comparó la operación con la búsqueda de Al-Qaeda tras el 11-S, refiriéndose al principio según el cual los estados no pueden dar refugio a terroristas.
- En un video en inglés, advirtió a Catar que expulse a los líderes o los juzgue; de lo contrario, Israel actuaría unilateralmente ―una declaración que desató fuertes críticas diplomáticas.
Reacciones domésticas e internacionales
Catar y Medio Oriente
- Catar calificó los comentarios de Netanyahu como “temerarios” y una amenaza a su soberanía, defendiendo que la presencia de Hamás respondía a mediaciones solicitadas por EE. UU. e Israel, sostenidas con transparencia.
- El primer ministro catarí, Mohammed bin Abdulrahman bin Jassim al-Thani, dijo que el ataque había destruido las esperanzas de rehenes en Gaza y declaró que el ataque era “terror de Estado”.
- También anunció que Catar evalúa su rol como mediador y que coordinará con socios regionales una respuesta colectiva a lo que considera abuso diplomático.
Reacción internacional
- EE. UU. expresó disgusto con el escenario: aunque reconoció la importancia de reducir a Hamás, cuestionó el hecho de que el ataque se haya realizado en el territorio de un aliado, Catar. Trump manifestó que la operación no era “sabia” pero también enfatizó la prioridad del regreso de rehenes.
- Reino Unido, Francia y otras potencias condenaron lo que ven como una violación de la soberanía catarí y advirtieron que la escalada podría desestabilizar aún más el Medio Oriente.
Actores nacionales dentro de Israel
- El defensa de Israel reafirmó la política de que no permitirá que Hamás se resguarde en ningún lugar, actuando donde sea necesario. Se refirió al ataque como parte de los objetivos de seguridad estatal para proteger a ciudadanos israelíes.
- Las críticas internas incluyen cuestionamientos sobre eficacia, riesgos diplomáticos y repercusiones legales internacionales, así como el impacto en negociaciones de paz y en la vida de los rehenes.
Debates legales, éticos y de soberanía
Soberanía territorial y derecho internacional
- Un ataque militar en territorio extranjero sin consentimiento constituye violación de soberanía y derecho internacional humanitario.
- Catar insiste en que la presencia de Hamás se dio en un marco oficial de mediación respaldada internacionalmente, lo que complica el argumento israelí de “refugio terrorista” sin compromiso diplomático previo adecuado.
Jurisdicción internacional, tribunales y responsabilidades
- Netanyahu enfrenta una orden de detención emitida por la Corte Penal Internacional (CPI) relacionada con supuestos crímenes de guerra en Gaza, incluyendo acusaciones de persecución, asesinato y uso del hambre como método de guerra. Catar podría invocar estos instrumentos si decide llevar acusaciones legales o cooperar con organismos internacionales.
- La legalidad del uso de la fuerza preventiva depende de la inmediatez de la amenaza, proporcionalidad y necesidad, criterios que están siendo cuestionados por la comunidad internacional y por observadores legales.
Éxito militar vs. costo diplomático
- Aunque el ataque no parece haber eliminado a la dirigencia de Hamás, sí fue impactante simbólicamente. En términos diplomáticos, la operación podría erosionar la confianza en mediadores internacionales como Catar, EE. UU. y Egipto, y aumentar la polarización regional.
Posibles escenarios y proyecciones
Escenario de escalada militar regional
- Si Catar o sus aliados responden con sanciones diplomáticas, hostilidades políticas u operaciones militares indirectas, podría desencadenarse una escalada regional. Líderes del Golfo como Arabia Saudita o Emiratos podrían intensificar su presión diplomática.
Consecuencias para las negociaciones de paz
- El alto al fuego y la liberación de rehenes podrían verse seriamente afectados. Catar ha advertido que el ataque podría “destruir” cualquier esperanza de paz inmediata.
- Posible pérdida de interlocutores: si Hamás considera que Catar ya no es un garante seguro, podría replegarse o cambiar rutas de negociación.
Implicaciones legales e imagen internacional de Israel
- Acusaciones de violaciones del derecho internacional podrían amplificarse, especialmente en instancias como la CPI, la ONU y organismos de derechos humanos.
- La imagen internacional de Israel podría verse dañada, especialmente entre países aliados que valoran la legalidad y diplomacia por encima de la acción militar unilateral.
Rol futuro de Catar como mediador
- Catar podría reevaluar su rol, aumentar medidas de seguridad, exigir mayor respaldo diplomático internacional, o incluso retirarse temporalmente como mediador si siente que su neutralidad ha sido comprometida.
Conclusión
El ataque israelí en Catar representa un punto de inflexión en el conflicto entre Israel y Hamás, no solo por su ejecución militar, sino por sus consecuencias diplomáticas, políticas y legales. Netanyahu, al emitir demandas directas para que Catar expulse a los líderes de Hamás o los lleve ante la justicia, ha desafiado normas de soberanía y mediación internacional con un mensaje firme de que la seguridad nacional justifica la acción unilateral si es necesario.
Las reacciones, desde la condena de Catar hasta el cuestionamiento de aliados como EE. UU. y Reino Unido, demuestran que el costo diplomático podría superar los beneficios inmediatos. Aun así, el simbolismo del ataque es potente: envía una señal clara de que ninguna ubicación es segura para quienes Israel identifica como amenazas.
Mirando hacia adelante:
- Si Catar logra preservar su papel como mediador, lo hará con cautela, exigiendo mayor claridad legal y diplomática.
- Si Hamás sobrevive y reorganiza sus estrategias, podríamos ver desplazamientos de liderazgo o métodos menos visibles de comunicación.
- La presión para un alto al fuego podría intensificarse, especialmente si la comunidad internacional logra coordinarse; los rehenes siguen siendo una pieza clave para negociar salida del conflicto.
- Legalmente, este episodio reforzará debates sobre responsabilidad, uso de la fuerza y límites de la autodefensa.
En suma, este incidente ilustra cómo en las guerras modernas lo militar y lo diplomático están entrelazados: la efectividad de una operación no puede medirse solo por los resultados tácticos, sino también por cómo afecta las alianzas, la opinión internacional y las posibilidades reales de paz. Aunque los líderes de Hamás no parecen haber sido eliminados en su totalidad, el ataque israelí en Catar ha convertido la mediación en un terreno mucho más frágil. El desafío será reconstruir confianza, restablecer canales de diálogo y evitar una escalada que podría tener consecuencias imprevisibles para toda la región.