Un hallazgo arqueológico excepcional en el desierto de Judea ha revelado una inscripción aramea de 1.900 años de antigüedad, descubierta a escasos centímetros de espadas romanas ocultas en una cueva cercana al Parque Nacional de Ein Gedi, en la región del Mar Muerto. Esta inscripción, compuesta por cuatro líneas grabadas en una estalactita, podría estar vinculada directamente a la revuelta de Bar Kojba contra el Imperio Romano en el siglo II d. C.
El texto, que comienza con las palabras «Abba de Naburya ha perecido», se encuentra entre las inscripciones más legibles y extensas de este periodo jamás encontradas en la región. Su descubrimiento, realizado por un equipo multidisciplinario de investigadores israelíes, marca un avance significativo en la arqueología del período romano-judío y abre la puerta a nuevos hallazgos en las cuevas del desierto de Judea.
El hallazgo: arqueología, azar y tecnología avanzada

En la primavera de 2023, el Dr. Asaf Gayer (Universidad de Ariel), el geólogo Boaz Langford (Universidad Hebrea de Jerusalén) y el fotógrafo Shai Halevi (Autoridad de Antigüedades de Israel), visitaron una cueva ya conocida por contener una inscripción del período del Primer Templo escrita en tinta sobre una estalactita. Su objetivo inicial era fotografiar esta antigua inscripción con técnicas de fotografía multiespectral, esperando revelar partes no visibles a simple vista.
Sin embargo, lo que hallaron fue más allá de sus expectativas: no solo identificaron una nueva inscripción aramea en la parte inferior de la misma estalactita, sino también cuatro espadas romanas en un estado de conservación sobresaliente.
El descubrimiento fue presentado públicamente por Gayer y el Prof. Jonathan Ben-Dov (Universidad de Tel Aviv) durante el 19º Congreso Mundial de Estudios Judíos, celebrado en la Universidad Hebrea de Jerusalén.
¿Quién fue Abba de Naburya?
La primera línea de la inscripción dice:
«Abba de Naburya ha perecido».
Aunque las líneas restantes están parcialmente deterioradas, los investigadores han logrado descifrar palabras como «sobre nosotros», «él tomó» y «el». Esto sugiere una narración más extensa, posiblemente relacionada con los eventos violentos de la revuelta judía contra Roma.
El nombre Abba era común entre los judíos en los primeros siglos de nuestra era, y aparece con frecuencia en la Mishná, el texto rabínico redactado hacia el siglo III d.C. La aldea de Naburya, por su parte, estaba situada en Galilea, cerca de la actual ciudad de Safed. Incluso el Talmud de Jerusalén menciona a un «Jacob de la aldea de Naburya», lo que refuerza la autenticidad del contexto histórico del hallazgo.
Características de la inscripción
- Tamaño: 8 cm de ancho por 3,5 cm de alto.
- Ubicación: Parte inferior de una estalactita en una cueva del desierto de Judea.
- Idioma: Arameo, lengua franca de la región en esa época.
- Estilo de escritura: Hebreo cuadrado, el mismo estilo usado actualmente.
La elección del estilo hebreo cuadrado sugiere una transición lingüística relevante. Según Gayer, esta escritura comenzó a usarse tras el exilio babilónico, y para el siglo I d.C. se había convertido en el estándar entre los judíos.
Aun así, el experto señala que el autor de la inscripción probablemente no era un escriba profesional. El grabado muestra una mezcla de caracteres cursivos y semiformales, posiblemente debido a la dificultad de tallar sobre piedra o a la falta de formación académica del escritor.
Contexto histórico: la revuelta de Bar Kojba
La inscripción fue hallada en una zona donde previamente se encontraron fragmentos de pergaminos ocultos durante la revuelta de Bar Kojba, entre los años 132 y 135 d.C. La rebelión, liderada por Simón Bar Kojba, fue el último gran levantamiento del pueblo judío contra el dominio romano.
A pesar de que no se hallaron rollos en esta cueva específica, se cree que las espadas, las inscripciones y otros elementos encontrados en el sitio tienen una conexión directa con este conflicto histórico.
La proximidad entre las espadas, una moneda de Bar Kojba y la inscripción refuerza esta teoría. Sin embargo, como advierte Gayer, no se puede descartar por completo que los objetos pertenezcan a otro periodo, como la Primera Revuelta Judía del año 70 d.C.
El hallazgo de las espadas romanas
Durante su trabajo fotográfico, el equipo detectó un pilum romano —una lanza con asta— en excelente estado de conservación, oculto en una grieta de la roca. Esto llevó a una excavación más detallada, que culminó con el descubrimiento de cuatro espadas romanas, tres de las cuales aún estaban envainadas.
Los arqueólogos creen que estas armas fueron confiscadas a los romanos por rebeldes judíos, quienes luego las escondieron para usarlas más adelante o evitar ser capturados con ellas.
“A los aldeanos judíos no se les permitía portar armas, por lo que creemos que las escondieron”, explicó Gayer. “La cueva es demasiado pequeña para haber sido habitada; creemos que fue usada como puesto de avanzada para lanzar incursiones contra las fuerzas romanas”.
Tecnología moderna en arqueología

Este descubrimiento fue posible gracias al uso de fotografía multiespectral, una técnica que permite detectar inscripciones o restos de tinta invisibles al ojo humano. Gracias a esta tecnología, el equipo no solo redescubrió inscripciones previas, sino que además identificó material nuevo.
Hasta la fecha, la inscripción aramea encontrada en Ein Gedi representa uno de los pocos textos legibles y completos de esta época. Según Gayer:
“Tenemos otros sitios con grafitis, pero muy pocas veces encontramos una inscripción de cuatro líneas que tenga un contenido discernible. Es casi inaudito”.
Nuevas búsquedas y descubrimientos futuros
Este hallazgo inesperado ha motivado al equipo a explorar otras cuevas del desierto, especialmente aquellas conocidas por haber servido de refugio para judíos durante los conflictos con Roma.
“Desde que encontramos esta inscripción casi por accidente, nos preguntamos: si esta estaba aquí y nadie la vio, ¿cuántas más podrían estar esperando ser descubiertas?”, comentó Gayer.
Ya han logrado identificar otra inscripción —de una sola palabra— en un antiguo sistema de agua y han podido descifrar partes adicionales de una inscripción ya conocida.
Importancia del hallazgo para la historia judía
La inscripción de “Abba de Naburya” no solo aporta una nueva perspectiva sobre los eventos traumáticos vividos por los judíos durante la ocupación romana, sino que también representa una prueba emocional de las tragedias individuales del período.
Aunque es improbable que los investigadores logren descifrar más de la inscripción debido a su mal estado de conservación, el contenido ya revelado proporciona una poderosa narrativa histórica y humana.
Arqueología con alma
Este descubrimiento es una muestra de cómo la historia, la arqueología y la tecnología se entrelazan para resucitar voces del pasado. En medio del árido desierto de Judea, una cueva silenciosa ha revelado el clamor de un individuo llamado Abba, de una aldea galilea, que perdió la vida en tiempos de guerra.
Aunque no conozcamos los detalles de su muerte, su nombre y origen han quedado grabados en piedra, literalmente, como un testimonio silencioso de la lucha, el sufrimiento y la fe de un pueblo que resistió a uno de los imperios más poderosos de la historia.