El primer ministro Benjamin Netanyahu advirtió a Hezbolá el miércoles contra atacar a Israel, mientras visitaba un ejercicio militar a gran escala en el norte del país que simulaba una guerra contra el grupo terrorista libanés.
“Incluso durante el coronavirus, nuestros enemigos no están estancados y nosotros tampoco. En este ejercicio me ha impresionado la gran mejora en las capacidades ofensivas de las FDI”, dijo Netanyahu. “Hezbolá y el estado del Líbano deberían tener esto en cuenta. Quien nos ataque se encontrará con la potencia de fuego y un puño de acero que destruirá a cualquier enemigo».
Las Fuerzas de Defensa de Israel lanzaron el simulacro el domingo, diciendo que tenía como objetivo mejorar la capacidad ofensiva del ejército.
El simulacro de varios días, denominado «Flecha mortal», se centró principalmente en cómo varios cuarteles generales y centros de comando trabajan juntos y se comunican en tiempo de guerra, dijo el ejército.
El ejercicio también incluyó maniobras físicas por parte de fuerzas terrestres, embarcaciones y aeronaves.
«El objetivo del ejercicio es mejorar la capacidad de ataque de las FDI y probar todos los niveles [del ejército] de forma integrada», dijo la FDI en un comunicado.
El ejército dijo que el ejercicio simularía un «escenario de múltiples frentes centrado en la arena norte».
Las FDI creen que cualquier guerra futura contra el grupo terrorista Hezbolá con sede en el Líbano no solo se libraría en el sur del Líbano, sino que también incluiría ataques desde Siria y potencialmente también desde la Franja de Gaza.
El ejercicio, el más grande planeado para este año, se redujo significativamente debido a las restricciones debido al coronavirus y las FDI dijeron que se estaba llevando a cabo bajo el pleno cumplimiento de las regulaciones de salud.
No obstante, el jefe de personal de las FDI, Aviv Kohavi, enfrentó preocupaciones y críticas dentro del ejército por su decisión de seguir adelante con el ejercicio a pesar de la pandemia.
Las FDI generalmente consideran que el grupo terrorista Hezbolá es su enemigo militar más importante. Se cree que la milicia chií respaldada por Irán, con la que Israel luchó en una guerra en 2006, mantiene un arsenal de unos 130.000 cohetes y misiles, una colección de proyectiles más grande que la que poseen muchas naciones, y la organización ha acumulado una considerable experiencia de batalla al luchar en Siria durante la guerra civil del país.
Sin embargo, el ministro de Defensa, Benny Gantz, dijo el martes que estaba «escuchando voces positivas provenientes del Líbano, que incluso hablan de la paz con Israel».
Gantz, hablando durante una gira por el norte de Israel, no especificó a qué comentarios libaneses se refería. Pero llegaron un día después de que Claudine Aoun, hija del presidente libanés Michel Aoun, dijera a Al Jadeed TV que la paz con Israel sería concebible si se resolvieran los problemas pendientes.
Los comentarios de Aoun se produjeron antes de una segunda ronda de conversaciones fronterizas marítimas entre Israel y el Líbano para permitir la exploración de energía en alta mar, cuyo primer día concluyó el miércoles.
Hezbolá, que también es una fuerza importante en la política libanesa, ha criticado las discusiones marítimas.