En medio de la actual guerra entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza, el primer ministro Benjamín Netanyahu subrayó la necesidad de desmilitarizar la región después del conflicto. En una conferencia de prensa conjunta con el ministro de Defensa Yoav Gallant y el ministro Benny Gantz, Netanyahu afirmó que la única entidad confiable para llevar a cabo esta desmilitarización son las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), descartando la posibilidad de que fuerzas internacionales asuman esta tarea.
Netanyahu argumentó que la experiencia pasada ha demostrado la ineficacia de las fuerzas internacionales en desmilitarizar zonas con hostilidades hacia Israel, citando el fracaso de la FPNUL en el sur del Líbano después de la Segunda Guerra del Líbano en 2006. Afirmó que las FDI han logrado avances significativos, eliminando a aproximadamente la mitad de los comandantes de batallón de Hamás durante la actual ofensiva en Gaza.
Además, Netanyahu criticó a la ONU, grupos de derechos humanos y organizaciones de mujeres por su silencio inicial frente a la violencia sexual perpetrada por Hamás el 7 de octubre. Llamó a líderes y gobiernos “civilizados” a condenar estas atrocidades y cuestionó si el silencio se debía a que las víctimas eran mujeres judías.
En cuanto a la ayuda humanitaria, Netanyahu defendió la decisión de permitir su entrada en Gaza, argumentando que refuerza la operación de las FDI al evitar un desastre humanitario que obligaría a detener la campaña militar. Rechazó las críticas que sugieren que la ayuda debilita la influencia de Israel sobre Hamás para liberar a los rehenes.
El ministro de Defensa, Yoav Gallant, proporcionó una actualización sobre el progreso de la guerra, destacando que Hamás estaba perdiendo el control gradualmente y que las FDI estaban alcanzando sus objetivos. Afirmó que la operación terrestre estaba creando las condiciones para el regreso de los rehenes y que el gobierno estaba totalmente comprometido con esta tarea.
Mientras tanto, el ministro Benny Gantz instó a redirigir fondos de la coalición destinados a promesas políticas hacia el esfuerzo de guerra, una propuesta que fue rechazada por Netanyahu, quien argumentó que el presupuesto de guerra es sustancial y que no hay escasez de fondos.
En el complejo escenario político y militar actual, Netanyahu descartó discutir su futuro político, enfocándose en la necesidad de una victoria contundente, el retorno de los rehenes y un cambio en la situación en Gaza. Afirmó que ceder a las demandas de Hamás no era una opción.
La desmilitarización de Gaza sigue siendo un tema central en medio de la intensificación del conflicto, con las FDI liderando los esfuerzos para lograr esta meta y traer estabilidad a la región.