El ejército israelí ha alejado el jueves a algunas de sus tropas de la frontera con Gaza y ha aumentado su vigilancia sobre la Franja mientras las carreteras del lado israelí de la frontera permanecen bloqueadas por tercer día consecutivo, por temor a ataques de represalia por la detención de un líder de la Yihad Islámica en Cisjordania a principios de esta semana.
Tras una evaluación de seguridad, el primer ministro Yair Lapid dijo el jueves que «[Israel] no rehuirá el uso de la fuerza para restablecer la vida normal en el sur del país, y no detendremos la política de detención de operativos terroristas en Israel«.
Algunos soldados estacionados cerca de la frontera fueron trasladados a posiciones de espera lejos de la valla por temor a ataques dirigidos a posiciones del ejército.
También se desplegaron unidades especiales en la zona, preparándose para una posible escalada -incluyendo un refuerzo el jueves por la noche de artillería, infantería e ingenieros de combate-, mientras que las fuerzas israelíes desplegaron drones capaces de atacar a las unidades palestinas que pudieran intentar lanzar cohetes o fuego antitanque contra Israel.
El ministro de Defensa, Benny Gantz, celebró el jueves una evaluación de la situación a la que asistieron, entre otros, el jefe del Estado Mayor, Aviv Kochavi, el jefe de los servicios de seguridad Shin Bet y el director general del Ministerio de Defensa. Gantz dio instrucciones a los funcionarios de defensa para que sigan manteniendo las actividades militares en torno a la frontera de Gaza hasta nuevo aviso.
En algunas ciudades y comunidades cercanas a la valla fronteriza, se pidió a los residentes que permanecieran en casa durante el día. Unos 5.000 residentes israelíes de las comunidades fronterizas de Gaza se han visto afectados por las restricciones aplicadas el martes.
El Primer Ministro, Yair Lapid, y Gantz también hablaron de la situación en Gaza el jueves y dijeron que seguirían la evolución de la situación a lo largo del día.
Además del cierre de muchas carreteras, las FDI también interrumpieron el tráfico ferroviario entre las ciudades de Be’er Sheva y Ashkelon, ya que el tren pasa peligrosamente cerca de la frontera.
El lunes, las fuerzas israelíes detuvieron al comandante de la Yihad Islámica Bassam al-Saadi junto con otras dos personas en la ciudad cisjordana de Yenín. Un palestino murió en el intercambio de disparos que se produjo durante la operación.
Al-Saadi, de 62 años, es uno de los máximos responsables de la Yihad Islámica en Cisjordania. El ejército israelí lo ha detenido varias veces en el pasado, y pasó un total de 15 años en cárceles israelíes.
Además de cerrar las principales carreteras y el paso fronterizo de Erez, Israel también ha reforzado el sistema de defensa antimisiles Cúpula de Hierro, a raíz de las evaluaciones de inteligencia que indican que la Yihad Islámica planea tomar represalias.