Hamás Alerta: Sacrificios de Pascua en el Monte del Templo, ¿Preludio del Tercer Templo?

Análisis profundo de las advertencias de Hamás sobre los sacrificios judíos de Pascua en el Monte del Templo / Explanada de las Mezquitas. Explora el temor a la "profanación" de Al-Aqsa y el supuesto plan israelí para construir el Tercer Templo, alterando el statu quo en Jerusalén.

Jerusalén, ciudad sagrada para tres religiones monoteístas, alberga en su corazón uno de los puntos más volátiles y espiritualmente significativos del planeta: el Monte del Templo para los judíos, y el Haram al-Sharif (Noble Santuario) para los musulmanes, donde se ubica la Mezquita de Al-Aqsa y la Cúpula de la Roca. Cada piedra, cada ritual, cada movimiento en este recinto resuena con milenios de historia, fe y conflicto. En este epicentro de sensibilidad religiosa y política, las recientes advertencias emitidas por los canales oficiales de Hamás sobre los intentos de grupos judíos de realizar sacrificios de Pascua han encendido nuevamente las alarmas, avivando temores profundos y poniendo de relieve las narrativas encontradas que definen el conflicto israelí-palestino.

Hamás, la organización islamista palestina que gobierna la Franja de Gaza y es considerada una organización terrorista por Israel, Estados Unidos, la Unión Europea y otros países, ha interpretado estos intentos no como actos aislados de fervor religioso por parte de grupos minoritarios, sino como un paso calculado y peligroso dentro de un supuesto plan israelí más amplio. Según la perspectiva de Hamás, el objetivo final de este plan no es otro que alterar drásticamente el statu quo del lugar sagrado, reemplazar las mezquitas islámicas y erigir el Tercer Templo judío sobre sus ruinas. Esta acusación, cargada de simbolismo religioso y político, toca las fibras más sensibles del mundo musulmán y sirve como un potente grito de movilización para la resistencia palestina.

Este artículo se adentra en la perspectiva de Hamás respecto a los sacrificios de Pascua en el Monte del Templo / Haram al-Sharif. Analizaremos las razones detrás de sus advertencias, exploraremos el concepto de «profanación» desde su óptica, desglosaremos el temor específico al sacrificio pascual y examinaremos la acusación de un plan israelí para construir el Tercer Templo. Profundizaremos en el contexto histórico, el significado religioso del lugar para ambas partes, la delicada dinámica del statu quo y las implicaciones potencialmente explosivas de cualquier cambio percibido en este frágil equilibrio. Entender la narrativa de Hamás, basada en la información que difunde, es crucial para comprender uno de los vectores clave de la tensión recurrente en Jerusalén y el conflicto más amplio.

I. El Monte del Templo / Haram al-Sharif: Epicentro de la Fe y la Disputa

Para comprender la magnitud de las advertencias de Hamás, es fundamental dimensionar la centralidad del Monte del Templo / Haram al-Sharif en las tradiciones judía e islámica.

  • Para el Judaísmo: Este es el lugar más sagrado. Aquí se erigieron el Primer Templo, construido por el Rey Salomón y destruido por los babilonios en 586 a.C., y el Segundo Templo, reconstruido por los judíos que regresaron del exilio y destruido por los romanos en 70 d.C. La tradición judía sitúa aquí la Even Hashtiya (Piedra Fundamental), desde donde se cree que el mundo fue creado y donde Abraham estuvo dispuesto a sacrificar a su hijo Isaac. El Muro Occidental (Muro de las Lamentaciones), un muro de contención del Segundo Templo, es el lugar de oración más sagrado accesible para los judíos hoy en día. La aspiración de reconstruir el Tercer Templo en este sitio es un elemento central en algunas corrientes del judaísmo mesiánico, aunque la mayoría de las autoridades rabínicas prohíben el acceso de judíos al Monte por razones de pureza ritual, a la espera de la llegada del Mesías. No obstante, en las últimas décadas, ha crecido un movimiento de activistas religiosos y nacionalistas que abogan por el derecho judío a orar en el Monte e incluso por la reconstrucción del Templo.
  • Para el Islam: El Haram al-Sharif es el tercer lugar más sagrado, después de La Meca y Medina. Alberga la Mezquita de Al-Aqsa (la Mezquita Lejana) y la Cúpula de la Roca, un santuario icónico construido en el siglo VII. La tradición islámica sostiene que el Profeta Mahoma fue transportado milagrosamente desde La Meca a Al-Aqsa en el Viaje Nocturno (Isra’) y desde allí ascendió al cielo (Mi’raj). El Corán menciona este viaje, consolidando la santidad de Jerusalén y Al-Aqsa para los musulmanes de todo el mundo. Para Hamás, y para muchos musulmanes, todo el recinto del Haram al-Sharif, con sus patios, edificios y estructuras subterráneas, es considerado parte integral e indivisible de la Mezquita de Al-Aqsa. Cualquier presencia o ritual no islámico en cualquier parte del complejo es visto, por tanto, no solo como una intrusión, sino como una profanación directa de este espacio sagrado.
  • El Statu Quo: Tras la conquista israelí de Jerusalén Este en la Guerra de los Seis Días de 1967, se estableció un delicado acuerdo conocido como el «statu quo». Según este arreglo, el Waqf islámico jordano administra los asuntos religiosos y civiles del Haram al-Sharif, mientras que Israel mantiene el control de la seguridad. Fundamentalmente, el statu quo permite a los musulmanes rezar libremente en el recinto, mientras que los no musulmanes pueden visitarlo en horarios restringidos, pero tienen prohibido realizar cualquier acto de culto. Este statu quo es inherentemente frágil y ha sido fuente constante de fricciones. Grupos activistas judíos desafían la prohibición de rezar, a menudo escoltados por la policía israelí, lo que Hamás y otras facciones palestinas interpretan como una erosión deliberada del acuerdo y una provocación.

II. La Visión de Hamás: «Profanación» y la Defensa de Al-Aqsa

Los comunicados de Hamás, difundidos a través de canales como Telegram, son explícitos al calificar cualquier ceremonia de adoración judía en el Monte del Templo como una «profanación» de la Mezquita de Al-Aqsa. Esta terminología no es casual; está profundamente arraigada en la cosmovisión religiosa y política de la organización.

  • La Totalidad del Recinto como Al-Aqsa: El punto de partida de Hamás es la afirmación teológica de que todo el complejo del Haram al-Sharif es, en esencia, la Mezquita de Al-Aqsa. No se limita al edificio de oración principal con la cúpula plateada, sino que abarca los 35 acres (aproximadamente 14 hectáreas) del recinto amurallado. Desde esta perspectiva, cualquier acto judío dentro de estos límites – sea una oración silenciosa, el sonido de un cuerno ritual, o el intento de un sacrificio – ocurre dentro de la mezquita misma, constituyendo una violación inaceptable de su santidad.
  • Un Patrón de Violaciones Deliberadas: Hamás no ve estos incidentes de forma aislada. La información proporcionada indica que la organización cataloga una serie de acciones judías pasadas como «pasos deliberados» para cambiar el statu quo y judaizar el lugar sagrado. Mencionan específicamente:
    • El sonido del shofar (cuerno de carnero) en Rosh Hashaná (Año Nuevo Judío): Un acto ritual profundamente significativo en el judaísmo, asociado con la soberanía divina y el llamado al arrepentimiento. Realizarlo en el Monte es visto por Hamás como una afirmación de control y presencia religiosa judía.
    • El ondear de las cuatro especies (Lulav y Etrog) durante Sucot (Fiesta de los Tabernáculos): Otro ritual central de una festividad judía importante, que conmemora la travesía por el desierto. Su realización en el Monte se interpreta como una usurpación del espacio islámico para prácticas religiosas judías.
    • Arrodillarse y postrarse en el suelo: Actos de oración y sumisión que, aunque prohibidos por el statu quo para los no musulmanes, son realizados ocasionalmente por visitantes judíos devotos. Hamás los considera una imitación provocadora de la oración musulmana y una clara violación de las normas.
    • Llevar artículos religiosos al recinto: Como libros de oración, filacterias (tefilín) o chales de oración (talit), que señalan la intención de realizar actos de culto judíos.

Para Hamás, estos actos no son expresiones espontáneas de fe individual, sino parte de una estrategia metódica y progresiva orquestada, o al menos tolerada, por el estado israelí para normalizar la presencia judía y erosionar el carácter exclusivamente islámico del culto en el Haram al-Sharif.

  • El Sacrificio de Pascua como Punto Culminante: Dentro de este patrón percibido, el intento de realizar el sacrificio del cordero pascual adquiere una dimensión particularmente alarmante para Hamás. A diferencia de otros rituales, el sacrificio está intrínsecamente ligado a la existencia del Templo en la tradición judía. Era una de las principales ceremonias realizadas en el Templo de Jerusalén durante la festividad de Pésaj (Pascua judía). Por lo tanto, intentar realizar este sacrificio, incluso de forma simbólica o por un grupo pequeño, es interpretado por Hamás como el acto más audaz hasta la fecha para «convertir conceptualmente la mezquita de Al-Aqsa en un templo». Es visto como cruzar un umbral simbólico crítico, señalando una intención real de reemplazar las estructuras islámicas existentes.

III. El Sacrificio Pascual: Historia, Simbolismo y la Controversia Moderna

El sacrificio del cordero pascual (Korban Pésaj) ocupa un lugar central en la narrativa bíblica del Éxodo y fue una práctica fundamental durante la existencia del Primer y Segundo Templo.

  • Significado Histórico y Religioso: Ordenado en el Libro del Éxodo, el sacrificio conmemoraba la protección divina de los primogénitos israelitas durante la décima plaga en Egipto. La sangre del cordero marcada en las puertas «pasó por alto» (pass over) las casas israelitas. Durante la época del Templo, miles de corderos eran sacrificados en sus patios durante la tarde previa a Pésaj, y luego consumidos en grupos familiares en Jerusalén. Con la destrucción del Segundo Templo en el 70 d.C., la práctica del sacrificio cesó, ya que la ley judía requiere que se realice únicamente en el lugar designado por Dios: el Monte del Templo. Hoy, el Séder de Pésaj incluye elementos simbólicos que recuerdan el sacrificio, como el hueso asado (zeroa), pero no el acto sacrificial en sí.
  • Movimientos por la Reanudación del Sacrificio: En las últimas décadas, han surgido en Israel varios grupos de activistas religiosos y nacionalistas, a menudo denominados colectivamente «Movimientos del Templo» (Temple Mount Movements), cuyo objetivo explícito es restaurar la presencia y el culto judíos en el Monte del Templo. Una de sus campañas más visibles y controvertidas es la de reanudar el sacrificio pascual. Grupos como «Returning to the Mount» (Chozrim LaHar) han intentado repetidamente, año tras año, llevar corderos o cabritos al Monte del Templo para sacrificarlos en la víspera de Pésaj. Ofrecen recompensas económicas a quienes logren realizar el sacrificio o incluso a quienes sean arrestados en el intento.
    • Motivaciones: Para estos activistas, reanudar el sacrificio no es solo un acto de devoción religiosa, sino también una afirmación de la soberanía judía sobre el lugar más sagrado del judaísmo. Argumentan que la prohibición actual es una rendición ante la presión islámica y una violación de la libertad religiosa judía. Creen que realizar el sacrificio, aunque sea de forma limitada, es un paso necesario hacia la redención mesiánica y la reconstrucción del Tercer Templo.
    • Acciones y Reacciones: Generalmente, las autoridades israelíes (policía y servicios de seguridad) interceptan y detienen a estos activistas antes de que puedan llegar al Monte del Templo con animales. Sin embargo, sus intentos generan una enorme atención mediática y provocan una fuerte reacción palestina y del mundo musulmán. La mera publicidad de sus intenciones es suficiente para elevar las tensiones. Hamás y otros grupos palestinos utilizan estos intentos como prueba de las «malas intenciones» israelíes y como justificación para llamados a la «defensa de Al-Aqsa».
  • Por Qué es Tan Provocador: El sacrificio pascual es especialmente sensible porque:
    1. Conexión Directa con el Templo: A diferencia de la oración o el estudio, el sacrificio era una función exclusiva del Templo. Su intento de realización en el Monte hoy es la señal más clara de una aspiración a restaurar las prácticas del Templo.
    2. Naturaleza Pública y Visible: Un sacrificio animal es un acto mucho más visible y potencialmente perturbador para otros fieles (en este caso, musulmanes) que una oración silenciosa. Implica llevar un animal, matarlo y potencialmente derramar sangre en un lugar sagrado para el Islam.
    3. Simbolismo de Reemplazo: Desde la perspectiva de Hamás, al ser un ritual central del Templo, su realización en el Monte simboliza la intención de suplantar las mezquitas islámicas.

Hamás no distingue necesariamente entre las acciones de estos grupos activistas minoritarios y las políticas del gobierno israelí. A menudo, los percibe como la vanguardia de un plan estatal más amplio, o al menos como una señal de la dirección hacia la que se inclina la política israelí, especialmente bajo gobiernos con fuerte presencia de partidos religiosos y de derecha nacionalista.

IV. El «Plan del Tercer Templo»: La Acusación Central de Hamás y el Temor a la División

La narrativa de Hamás va más allá de la denuncia de actos rituales individuales. Como se indica en la información proporcionada, la organización articula una acusación específica: la existencia de un plan israelí progresivo para tomar el control total del Monte del Templo / Haram al-Sharif y construir el Tercer Templo. Según Hamás, este plan se desarrollaría en etapas:

  • Etapa 1: División del Uso del Monte del Templo: Hamás afirma que el primer paso sería imponer una división del recinto, similar a la que existe en la Cueva de los Patriarcas en Hebrón (conocida por los musulmanes como la Mezquita Ibrahimi).
    • El Precedente de Hebrón: En Hebrón, tras la masacre cometida por un colono israelí en 1994, el sitio sagrado (venerado por judíos y musulmanes como la tumba de los patriarcas y matriarcas) fue dividido físicamente y temporalmente. Existen entradas separadas, barreras internas y un estricto calendario que asigna la mayor parte del complejo a los musulmanes, pero secciones específicas y días completos a los judíos (especialmente durante festividades). Esta división es vista por los palestinos como una toma de control israelí y una grave restricción a su acceso y culto.
    • El Temor a una Réplica en Jerusalén: Hamás teme que Israel intente replicar este modelo en el Monte del Templo / Haram al-Sharif. Esto podría implicar la asignación de áreas específicas del recinto para la oración judía o la designación de horarios específicos en los que solo los judíos podrían acceder o rezar, excluyendo a los musulmanes. Cualquier división de este tipo sería vista como una violación fundamental del statu quo y del carácter islámico del lugar, y una afirmación sin precedentes de la soberanía israelí sobre el complejo. Esta división espacial o temporal allanaría el camino, según Hamás, para normalizar una presencia judía permanente y formalizada.
  • Etapa 2: Construcción del Tercer Templo: La fase final del supuesto plan, según la narrativa de Hamás, sería la demolición de las estructuras islámicas existentes (la Cúpula de la Roca y la Mezquita de Al-Aqsa) y la construcción del Tercer Templo judío en su lugar.
    • Significado Apocalíptico: Esta es la máxima expresión del temor palestino e islámico respecto al sitio. La construcción del Tercer Templo implicaría no solo la eliminación física de dos de los santuarios más importantes del Islam, sino que también se interpreta en términos escatológicos y políticos como la culminación del proyecto sionista para judaizar Jerusalén y borrar la presencia palestina e islámica de la ciudad.
    • ¿Realidad o Retórica? Es importante señalar que el gobierno israelí ha afirmado repetidamente su compromiso con el mantenimiento del statu quo en el Monte del Templo y no apoya oficialmente la construcción del Tercer Templo. Sin embargo, la retórica de algunos políticos israelíes de extrema derecha, el creciente número de visitantes judíos al Monte (incluidos ministros del gobierno), y las actividades de los Movimientos del Templo alimentan las sospechas y temores de Hamás y de muchos palestinos. Hamás utiliza esta narrativa del «plan del Tercer Templo» como una herramienta de movilización extremadamente potente, presentando la defensa de Al-Aqsa como una lucha existencial por la identidad religiosa y nacional palestina.

La acusación de Hamás, por lo tanto, enmarca los intentos de sacrificio pascual no como incidentes aislados, sino como la punta de lanza de una estrategia deliberada y escalonada para desmantelar el control islámico sobre el Haram al-Sharif y cumplir una aspiración religiosa judía que implica la erradicación de la presencia islámica en el sitio.

V. Contexto Histórico: Un Legado de Enfrentamientos por el Lugar Sagrado

Las tensiones actuales en torno al Monte del Templo / Haram al-Sharif no surgen en el vacío. Son el último capítulo de una larga y sangrienta historia de conflictos centrados en este lugar sagrado. Cualquier incidente, por menor que parezca, tiene el potencial de encender una conflagración mayor debido a la carga simbólica y la memoria histórica acumulada.

  • Disturbios de 1929: Las tensiones sobre el acceso y los rituales judíos en el Muro Occidental (parte del complejo del Monte) fueron un catalizador clave de los disturbios árabes generalizados.
  • La Guerra de 1967 y el Statu Quo: La captura israelí de Jerusalén Este y el establecimiento del statu quo crearon una nueva dinámica, pero no eliminaron las tensiones subyacentes.
  • Intentos de Atentados y Provocaciones (años 80): Grupos extremistas judíos intentaron colocar explosivos en el Monte, mientras que excavaciones arqueológicas israelíes cerca del recinto también generaron protestas palestinas.
  • Masacre de 1990: La policía israelí mató a más de 17 palestinos durante disturbios en el Monte, que comenzaron después de rumores sobre la colocación de una piedra angular para el Tercer Templo.
  • Apertura del Túnel del Muro Occidental (1996): La apertura de una salida de un túnel arqueológico que corre paralelo al Muro Occidental bajo el barrio musulmán provocó enfrentamientos que dejaron decenas de muertos en ambos lados.
  • Visita de Ariel Sharon (2000): La visita del entonces líder de la oposición israelí, Ariel Sharon, al Monte del Templo / Haram al-Sharif, rodeado de una fuerte escolta policial, fue vista por los palestinos como una provocación deliberada y es ampliamente considerada como el detonante de la Segunda Intifada (levantamiento palestino), que duró varios años y causó miles de muertes.
  • Crisis de los Detectores de Metales (2017): Tras un ataque en el que murieron dos policías israelíes cerca del Monte, Israel instaló detectores de metales en las entradas del recinto. Esto provocó protestas masivas palestinas, boicots a la entrada al sitio y enfrentamientos. Finalmente, Israel retiró los detectores.
  • Tensiones durante Ramadán y Pésaj (recurrente): El solapamiento frecuente de estas importantes festividades religiosas suele ser un período de alta tensión. Las visitas de grupos judíos al Monte durante Pésaj, y las restricciones israelíes al acceso de palestinos a Al-Aqsa durante Ramadán (especialmente jóvenes varones de Cisjordania), junto con las acciones policiales dentro del recinto, a menudo desencadenan enfrentamientos. Los eventos de 2021, que comenzaron con tensiones en el barrio de Sheikh Jarrah y se extendieron al Monte del Templo durante Ramadán, culminaron en una guerra de 11 días entre Israel y Hamás en Gaza.

Esta historia demuestra que el Monte del Templo / Haram al-Sharif es un polvorín. Las narrativas y los temores, como los expresados por Hamás respecto a los sacrificios y el Tercer Templo, se alimentan de este legado de violencia y desconfianza mutua. Cada nuevo incidente es interpretado a través del prisma de las afrentas pasadas y los miedos futuros.

VI. Implicaciones y el Riesgo Permanente de Escalada

Las advertencias de Hamás sobre los sacrificios de Pascua y el supuesto plan del Tercer Templo tienen implicaciones significativas y conllevan un riesgo constante de escalada.

  • Movilización Palestina: La defensa de Al-Aqsa es uno de los lemas más poderosos y unificadores para los palestinos, trascendiendo divisiones políticas. Las advertencias de Hamás buscan movilizar no solo a sus propios partidarios en Gaza, sino también a los palestinos en Jerusalén Este, Cisjordania e incluso dentro de Israel. Presentan la situación como una emergencia religiosa y nacional que requiere acción inmediata.
  • Potencial de Violencia: La historia reciente demuestra que las tensiones en el Monte del Templo pueden escalar rápidamente hacia enfrentamientos violentos en Jerusalén, Cisjordania y, potencialmente, desembocar en un conflicto más amplio con Gaza. Los intentos de realizar sacrificios, o incluso la percepción de que el statu quo está siendo violado, pueden ser la chispa que encienda la violencia.
  • Presión sobre Israel y la Autoridad Palestina: Las advertencias de Hamás ponen presión sobre el gobierno israelí para que impida las acciones de los activistas del Templo y mantenga la calma, pero también para que no parezca ceder ante las amenazas. Al mismo tiempo, desafían la legitimidad de la Autoridad Palestina en Cisjordania, presentándose Hamás como el verdadero defensor de los lugares sagrados palestinos.
  • Reacciones Regionales e Internacionales: La situación en Al-Aqsa resuena en todo el mundo árabe y musulmán. Jordania, como custodio oficial de los lugares sagrados islámicos y cristianos en Jerusalén, suele protestar enérgicamente contra cualquier cambio percibido en el statu quo. Otros países árabes, incluso aquellos que han normalizado relaciones con Israel, se ven obligados a condenar las acciones que se perciben como amenazas a Al-Aqsa debido a la presión popular interna. La comunidad internacional también sigue de cerca la situación, llamando a la contención y al respeto del statu quo.
  • El Dilema del Statu Quo: El statu quo es inherentemente inestable y objeto de interpretaciones contradictorias. Mientras Israel lo ve principalmente en términos de seguridad y derecho de visita (no de culto) para los no musulmanes, los palestinos y el Waqf lo interpretan como la preservación del carácter exclusivamente islámico del culto en todo el recinto. Los intentos de activistas judíos de rezar o realizar rituales, y la respuesta policial israelí, constantemente ponen a prueba y erosionan este frágil entendimiento, alimentando la narrativa de Hamás sobre un cambio deliberado.

VII. Conclusión: Entre el Temor Profundo y la Realidad Compleja

Las advertencias de Hamás sobre los intentos de realizar sacrificios de Pascua en el Monte del Templo / Haram al-Sharif son mucho más que una simple declaración política. Reflejan temores profundamente arraigados en la psique palestina e islámica sobre la seguridad y el futuro de uno de sus lugares más sagrados. La narrativa de una «profanación» deliberada y un plan israelí escalonado para dividir el sitio y construir el Tercer Templo, aunque rechazada por las declaraciones oficiales israelíes, encuentra eco en un contexto de ocupación, expansión de asentamientos y acciones de grupos activistas judíos que desafían abiertamente el statu quo.

La perspectiva de Hamás, tal como se articula en sus comunicados, ve el sacrificio pascual no como un acto marginal, sino como un símbolo potente y peligroso de una intención de suplantación religiosa y nacional. La comparación con la división impuesta en Hebrón agudiza el temor a una pérdida progresiva de control sobre el Haram al-Sharif. Esta narrativa sirve como una poderosa herramienta de movilización para Hamás, enmarcando la lucha por Al-Aqsa como una batalla existencial.

La realidad sobre el terreno es compleja. Implica las acciones de grupos activistas minoritarios, las políticas de seguridad de un estado israelí a menudo influenciado por consideraciones nacionalistas y religiosas, la administración de un Waqf jordano con autoridad limitada, y las aspiraciones y frustraciones de un pueblo palestino bajo ocupación. Sin embargo, en el crisol del Monte del Templo / Haram al-Sharif, las percepciones y las narrativas a menudo pesan tanto como los hechos objetivos.

El temor expresado por Hamás, ya sea fundado en un análisis preciso de las intenciones israelíes o una interpretación estratégica para galvanizar apoyo, subraya la extrema volatilidad del lugar. Mientras persista el conflicto subyacente y no se aborden las cuestiones fundamentales de soberanía, acceso religioso y derechos nacionales, el Monte del Templo / Haram al-Sharif seguirá siendo un punto focal de tensión, donde un simple ritual o un rumor pueden tener consecuencias devastadoras. Las advertencias de Hamás sobre los sacrificios de Pascua son un sombrío recordatorio de cuán cerca está siempre Jerusalén del borde del abismo. Comprender la profundidad de estos temores, aunque se discrepe de la interpretación, es esencial para navegar por las turbulentas aguas de este conflicto sin fin.

¡Suscríbete Ahora Para Recibir las Últimas Noticias de Israel! 🇮🇱

Recibe las últimas noticias, artículos y contenido exclusivo directamente en tu correo.

Suscribirse

Te Puede Interesar
Lo Último