Se anima a los fanáticos palestinos de la estrella de fútbol argentino Lionel Messi a quemar réplicas de la camiseta de su equipo y todas las fotos suyas si sigue jugando en un partido amistoso contra Israel en Jerusalén el próximo fin de semana.
El dos veces campeón mundial argentino jugará contra el equipo nacional israelí en el estadio Teddy Kollek de Jerusalén el sábado por la noche en un partido de preparación para la Copa del Mundo. Las entradas para el evento se agotaron en línea en 20 minutos.
El partido contará con el mundialmente famoso Messi, aunque los palestinos criticaron el evento como una “herramienta política” para Israel.
El jefe de la Asociación Palestina de Fútbol, Jibril Rajoub, escribió una misiva a la Asociación Argentina de Fútbol, Claudio Tapia, la semana pasada, quejándose de que “el partido ahora se juega para celebrar el ’70 aniversario del Estado de Israel’.
El juego originalmente estaba programado para ocurrir en Haifa, pero recibió fondos de las autoridades israelíes para trasladarlo a Jerusalén.
Rajoub expresó su indignación por el hecho de que Messi no cedería ante la presión de renunciar al juego contra el equipo israelí, y dijo a los periodistas que galvanizaría a millones de fanáticos árabes e islámicos de todo el mundo para boicotearlo. “Es un gran símbolo, por lo que vamos a atacarlo personalmente, y pedimos a todos que quemen su imagen y su camisa y que lo abandonen”, dijo a los periodistas.
Rajoub ha tratado de lograr que las organizaciones internacionales de fútbol y deportes impongan sanciones contra Israel, pero no ha tenido éxito.