El teniente general Herzi Halevi, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), declaró en una visita a la frontera con el Líbano que el ejército se encuentra en un «muy fuerte estado de preparación en el norte». Estas declaraciones surgieron en medio de una escalada de tensiones tras el supuesto asesinato del líder político adjunto de Hamas, Saleh Al-Arouri, en Beirut.
Halevi subrayó la preparación del ejército israelí frente a los repetidos ataques transfronterizos llevados a cabo por Hezbolá, el grupo terrorista libanés. Además, mencionó que se están implementando cambios en las prácticas rutinarias de defensa, anticipando una presencia más significativa de fuerzas en las fronteras en los próximos meses.
El jefe de las FDI destacó que la prioridad actual es la lucha contra Hamas, tanto en Gaza como en enfrentamientos diarios con Hezbolá y facciones terroristas palestinas en la frontera libanesa. Afirmó que la situación actual, aunque desafiante, brinda la oportunidad de cambiar significativamente la situación tanto en el sur como en el norte del país.
El discurso de Halevi se produce en medio de los constantes enfrentamientos entre Hezbolá y el ejército israelí, que han resultado en la muerte de civiles y soldados en ambos lados de la frontera. Hezbollah ha reivindicado múltiples ataques en el norte de Israel, intensificando las preocupaciones sobre una posible escalada hacia una guerra total en la región.
Hassan Nasrallah, líder de Hezbolá, advirtió que Israel no logrará alcanzar sus objetivos en la guerra y afirmó que el país oculta miles de víctimas de los ataques de su grupo. Además, acusó a cientos de miles de personas de abandonar Israel desde el inicio de los enfrentamientos.
En las ciudades fronterizas del norte de Israel, como Nahariya, los residentes expresan temores de una inminente guerra total. La presencia de personas portando armas en las calles y la incertidumbre sobre la respuesta de Hezbolá generan ansiedad entre la población.
La situación en el norte de Israel permanece tensa, con el riesgo latente de una escalada de conflictos en la región. La retórica beligerante y las acciones militares sugieren que ambas partes se encuentran en un estado de alerta máximo, aumentando las preocupaciones sobre el futuro inmediato en esta parte del Medio Oriente.