Los israelíes comenzaron un tercer cierre indeterminado el domingo por la noche mientras el país lucha contra otra ola abrupta de infecciones por COVID-19.
El cierre se produce cuando el país trabaja enérgicamente para vacunar a sus ciudadanos, permitiendo que cualquier persona mayor de 60 años reciba la vacuna, junto con los trabajadores de la salud y los soldados, y permitiendo que algunos centros de vacunación funcionen las 24 horas.
El lunes, el primer ministro Benjamin Netanyahu compartió un gráfico que muestra que Israel hasta ahora ha administrado dosis a más del 4% de su población, mucho más per cápita que cualquier otro país del mundo. Ha dicho que cree que el país puede vacunar a una cuarta parte de sus residentes a fines de enero.
El bloqueo actual durará al menos dos semanas, hasta la víspera de Año Nuevo (conocido en Israel como Sylvester) y hasta 2021, pero las autoridades han advertido a los israelíes que se preparen para más tiempo.
Esta vez, las escuelas permanecerán abiertas para los niños pequeños y adolescentes que completen la escuela secundaria, en una medida que podría arrojar luz sobre el grado en que las escuelas son vectores de propagación de enfermedades. Después de que el país salió de su primer bloqueo en mayo, se culpó a la reapertura rápida y completa de las escuelas por acelerar el resurgimiento de la enfermedad. Más de 3.200 israelíes han muerto hasta ahora en la pandemia.
