El Ministerio de Relaciones Exteriores expresó la “profunda decepción” de Israel con el enviado de Australia por la decisión de Canberra de revertir su reconocimiento de Jerusalén Occidental como capital de Israel, y dijo que el gobierno estaba sopesando medidas adicionales en respuesta.
La ministra de Relaciones Exteriores de Australia, Penny Wong, hizo el anuncio el martes en respuesta a un informe de los medios sobre el asunto, declarando que el gobierno había decidido volver a reconocer a Tel Aviv como la capital de Israel. Dijo que el estatus de Jerusalén debería decidirse a través de conversaciones de paz entre israelíes y palestinos, y no a través de decisiones unilaterales.
El martes por la tarde en Jerusalén, la directora política del Ministerio de Relaciones Exteriores, Aliza Bin Noun, le dijo al embajador australiano Paul Griffiths que la medida era una “decisión miserable que ignora la conexión profunda y eterna entre Israel y su capital histórica, y va en contra de los lazos positivos entre Israel y Australia”.
Agregó que alienta a los elementos extremistas en Cisjordania a continuar avivando la violencia y corre el riesgo de desestabilizar la región. También va en contra de la profundización de los lazos entre Israel y los países árabes como parte de los Acuerdos de Abraham, continuó.
El alto diplomático israelí hizo especial hincapié en el momento del anuncio australiano. Se produjo cuando los judíos en Israel y en todo el mundo concluyeron las celebraciones de Sheminí Atzeret/Simjat Torá, en medio de las crecientes tensiones con los palestinos, y cuando un acuerdo fronterizo marítimo con el Líbano está a punto de completarse.
Según personas con conocimiento de la reunión, los australianos enfatizaron en respuesta que la postura de Canberra sobre Jerusalén era la continuación de una política a largo plazo, y que el reconocimiento de 2018 era una desviación que se había corregido.
El encuentro entre Bin Noun y Griffiths duró media hora.
El primer ministro Yair Lapid también criticó el anuncio de Australia el martes. “A la luz de la forma en que se tomó la decisión en Australia, como una respuesta apresurada a noticias incorrectas en los medios, solo podemos esperar que el gobierno australiano maneje otros asuntos de manera más seria y profesional”, dijo Lapid en un comunicado.
“Jerusalén es la capital eterna de Israel unido y nada cambiará eso”, agregó.
En una reunión de facciones de su partido Yesh Atid el martes por la noche, Lapid dijo que “lo que sucedió en Australia fue un cambio de liderazgo. Agregó que, como regla general, Israel no definió las capitales de otras naciones, por lo que otros países no deberían hacerlo por Israel.
El alcalde de Jerusalén, Moshe Lion, dijo que lamentaba escuchar la decisión de Australia.
“Una Jerusalén unida ha sido y seguirá siendo la capital de Israel para siempre. Las declaraciones de este tipo no promueven nada y no contribuyen en absoluto”, dijo en un comunicado.
Sin embargo, la Autoridad Palestina aplaudió la decisión australiana.
“Damos la bienvenida a la decisión de Australia con respecto a Jerusalén y su llamado a una solución de dos Estados de acuerdo con la legitimidad internacional”, dijo el ministro de Asuntos civiles de la Autoridad Palestina, Hussein al-Sheikh, en Twitter.
Sheikh elogió la “afirmación de Australia de que el futuro de la soberanía sobre Jerusalén depende de la solución permanente basada en la legitimidad internacional”.
Arsen Ostrovsky, director ejecutivo del Foro Legal Internacional con sede en Israel, originario de Australia, lo calificó de “decisión vergonzosa y cobarde… que, de manera reveladora, ya ha sido aplaudida por el grupo terrorista Hamas”.
El sitio de noticias Walla informó que Israel fue tomado por sorpresa por la decisión, que se produjo pocos meses después de que el jefe de la División de Medio Oriente del Ministerio de Relaciones Exteriores de Australia visitara Israel y dejara en claro a sus homólogos que no se esperaba ningún cambio en la política de Australia sobre Jerusalén Occidental.
Sin embargo, el Partido Laborista Australiano, que llegó al poder en mayo de 2022 con Anthony Albanese como primer ministro, había hecho una promesa de campaña para revertir la decisión del gobierno conservador liderado por Scott Morrison en 2018 de reconocer la parte occidental de Jerusalén como la capital israelí.
El martes, Wong dijo que Australia seguía comprometida con una solución de dos Estados para el conflicto entre israelíes y palestinos, y “no apoyará un enfoque que socave esta perspectiva.”La embajada de Australia siempre ha estado, y permanece, en Tel Aviv”.
El ministro de Relaciones Exteriores había negado anteriormente el martes que hubiera un cambio de política, diciendo a través de un portavoz que “el gobierno anterior tomó la decisión de reconocer a Jerusalén Occidental como la capital de Israel” y que “el gobierno no ha tomado ninguna decisión para cambiar eso”.
Pero solo horas después, Wong, miembro del gobernante Partido Laborista, dijo que la decisión tomada hace cuatro años por un gobierno conservador “causó conflicto y angustia en parte de la comunidad australiana, y hoy el gobierno busca resolver eso”.
Wong acusó al gobierno de Morrison de haber sido motivado por una elección parcial crucial en un suburbio de Sydney junto a la playa con una comunidad judía considerable. “¿Sabes lo que era esto? Esta fue una jugada cínica, sin éxito, para ganar el escaño de Wentworth y una elección parcial”, dijo.
Wong insistió en que la decisión actual no señalaba ninguna hostilidad hacia Israel.
“Australia siempre será un firme amigo de Israel. Fuimos de los primeros países en reconocer formalmente a Israel”, dijo. “No vacilaremos en nuestro apoyo a Israel y a la comunidad judía en Australia. Somos igualmente inquebrantables en nuestro apoyo al pueblo palestino, incluido el apoyo humanitario”.
Tanto Israel como los palestinos reclaman Jerusalén como su capital. Israel capturó Jerusalén Este de Jordania en la Guerra de los Seis Días de 1967 y luego la anexó en un movimiento nunca reconocido por la comunidad internacional. Durante décadas, la comunidad internacional sostuvo que el estatus de la ciudad debía negociarse entre Israel y los palestinos. Los críticos argumentan que declarar a Jerusalén la capital de cualquiera de los dos inflama las tensiones y prejuzga el resultado de las conversaciones de paz sobre el estatus final.
La decisión de Canberra se produjo en medio de confusión después de que el periódico británico The Guardian informara el lunes que el Departamento de Relaciones Exteriores de Australia había eliminado el texto que rodeaba el reconocimiento de Jerusalén Occidental de su sitio web.
El texto eliminado describía a “Jerusalén Occidental como la capital de Israel” y señalaba que Australia “espera con interés trasladar su embajada a Jerusalén Occidental cuando sea práctico, en apoyo y después de la determinación final del estatus de una solución de dos Estados”.
Según The Guardian, el sitio se actualizó después de que el periódico británico se acercó al Departamento de Asuntos Exteriores con respecto a la opinión del gobierno sobre el estado de Jerusalén.
Un portavoz de Morrison dijo que la decisión de revertir el reconocimiento sería “decepcionante”, informó ABC News de Australia.
La decisión de Morrison en 2018 recibió una tibia recepción en Israel en ese momento, y muchos políticos acusaron que la medida no fue lo suficientemente lejos, ya que no reconoció la totalidad de la ciudad como la capital del Estado judío y mantuvo la embajada de Australia en Tel Aviv. El año anterior, Estados Unidos, bajo el entonces presidente Donald Trump, reconoció a Jerusalén como la capital de Israel y luego trasladó la embajada estadounidense allí.