Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han intensificado sus operaciones en el sur de Gaza en un esfuerzo por combatir a Hamás, mientras la ONU informa que más del 80% de la población local está desplazada. Los enfrentamientos terrestres han elevado el número de militares israelíes muertos a 83, con la esperanza de Estados Unidos de que los combates disminuyan en enero.
Durante la noche del martes y la madrugada del miércoles, las tropas israelíes se enfrentaron a intensos combates con elementos de Hamás en la superpoblada Franja de Gaza. Las FDI anunciaron que, mientras las fuerzas terrestres libraban duras batallas, la fuerza aérea llevó a cabo ataques contra más de 250 objetivos en el último día.
En el norte de Gaza, la Brigada de Infantería Kfir, operando por primera vez desde la retirada de Israel en 2005, eliminó a un grupo de agentes de Hamás cerca de una escuela. Se descubrieron túneles destruidos y armas en la zona. Las FDI también lamentaron la pérdida de dos reservistas, el sargento Yehonatan Malka y el teniente coronel Yochai Gur Hershberg.
El portavoz de las FDI, el contralmirante Daniel Hagari, destacó los combates en Khan Younis como prueba de la observancia del derecho internacional, afirmando que rodear el centro de la ciudad era esencial para atacar a Hamás, que utiliza civiles como escudos humanos.
Se estima que el liderazgo de Hamás se refugia en Khan Younis, y el número de rehenes, incluidos dos civiles israelíes y los cuerpos de dos soldados, se ha incrementado a 138. Hamás rompió un alto el fuego la semana pasada, reanudando los combates después de liberar a 110 rehenes durante una pausa temporal.
Estados Unidos ha expresado preocupación por la escalada del conflicto y ha instado a Israel a limitar daños civiles. Se espera que las operaciones militares a gran escala concluyan en enero, transitando a una fase más específica contra líderes y terroristas de Hamás.
Mientras tanto, Israel ha compartido imágenes inéditas de altos comandantes de Hamás en túneles en el norte de Gaza, destacando la persistente amenaza del grupo terrorista. La creciente ofensiva ha desplazado a decenas de miles de palestinos, exacerbando las ya críticas condiciones humanitarias. La ONU informa que más del 80% de la población de Gaza ha sido desplazada desde el inicio del conflicto el 7 de octubre.
La ayuda humanitaria se ve obstaculizada por la intensidad de las hostilidades, y la ONU advierte sobre la precariedad de la situación en Rafah, en el sur de Gaza. A pesar de los esfuerzos de Israel para coordinar la entrega de ayuda, la capacidad de respuesta se ve limitada por la falta de condiciones seguras en la región.
A medida que la guerra se prolonga, la presión internacional aumenta, con Estados Unidos advirtiendo a Israel sobre la duración de la lucha contra Hamás. El Primer Ministro Netanyahu subraya la necesidad de una fuerza decisiva para poner fin al conflicto, mientras que las FDI afirman haber eliminado a aproximadamente la mitad de los comandantes de batallón de Hamás.
La situación en Gaza sigue siendo fluida, con la esperanza de una transición a una fase de menor intensidad después de enero, aunque las complejidades del conflicto presentan desafíos significativos para todas las partes involucradas.
