En una serie de operaciones quirúrgicas que subrayan la complejidad y la volatilidad de la seguridad en Oriente Medio, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han llevado a cabo ataques aéreos selectivos en territorio libanés, resultando en la eliminación de figuras clave de Hamás y Hezbolá. Estas acciones, según Israel, son respuestas directas a amenazas inminentes y actividades terroristas planificadas contra el Estado de Israel y sus ciudadanos. La reciente eliminación de Khaled Ahmed Ahmed, identificado como el jefe de operaciones de Hamás en el sector occidental del Líbano, y de Adnan Muhammad Sadiq Harb, comandante de la unidad de apoyo logístico de la unidad Badr de Hezbolá, pone de manifiesto la creciente preocupación de Israel por la expansión de las actividades de estos grupos más allá de sus bastiones tradicionales y la determinación israelí de contrarrestar estas amenazas dondequiera que se manifiesten.
Este artículo profundiza en los detalles de estas operaciones, el perfil de los individuos eliminados, el contexto más amplio de la presencia y actividades de Hamás y Hezbolá en el Líbano, la estrategia de Israel frente a estas amenazas multifacéticas y las implicaciones regionales de estas acciones militares.
La Eliminación de Khaled Ahmed Ahmed: Un Golpe Preciso a la Infraestructura de Hamás en Líbano
El miércoles, las Fuerzas de Defensa de Israel anunciaron un golpe significativo a la estructura de mando de Hamás operando desde el Líbano. En un ataque aéreo ejecutado con precisión cerca de Sidón, una importante ciudad costera libanesa, fue eliminado Khaled Ahmed Ahmed. Este individuo no era un operativo de bajo nivel; según los informes de las FDI, Ahmad ostentaba el cargo de jefe de operaciones de la Brigada Occidental de Hamás en el Líbano.
El Rol Estratégico de Khaled Ahmed Ahmed
La posición de Ahmad como «jefe de operaciones de la Brigada Occidental» sugiere una responsabilidad considerable en la planificación, coordinación y ejecución de actividades hostiles. El «sector occidental» del Líbano, que incluye áreas costeras y posiblemente campos de refugiados palestinos donde Hamás ha buscado establecer una presencia, es un área de interés estratégico. Desde esta posición, Ahmad habría tenido la capacidad de:
- Planificar Ataques: Las FDI afirmaron que «a lo largo de la guerra, el terrorista perpetró numerosos ataques terroristas contra civiles israelíes y tropas de las Fuerzas de Defensa de Israel». Esto indica un historial de actividad hostil directa. Su eliminación se produjo, según Israel, mientras «planeaba ataques» adicionales.
- Coordinar Transferencias de Armas: Uno de los roles más críticos de los operativos de Hamás fuera de Gaza es facilitar el flujo de armamento. Las FDI señalaron que Ahmad «operó para contrabandear armas». Este contrabando podría incluir desde armas ligeras hasta cohetes o tecnología para la fabricación de artefactos explosivos, destinados a ser utilizados contra Israel, ya sea desde el Líbano, Cisjordania o incluso Gaza.
- Establecer y Expandir la Infraestructura de Hamás: La presencia de un «jefe de operaciones» implica un esfuerzo organizado para construir y mantener una red operativa en el Líbano, reclutando miembros, asegurando financiación y estableciendo células activas.
La Justificación de Israel: Amenaza Inminente y Defensa Propia
Las FDI fueron claras en su comunicado: «La actividad terrorista de Ahmad representaba una amenaza para el Estado de Israel y sus ciudadanos». Esta declaración se alinea con la doctrina de seguridad de Israel, que a menudo se basa en la acción preventiva o proactiva para neutralizar amenazas antes de que se materialicen por completo. La afirmación de que Ahmad estaba activamente «planeando ataques y transferencias de armas contra Israel» proporciona la justificación de inmediatez para la operación.
El comunicado concluyó con una advertencia inequívoca: «Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) seguirán operando contra los terroristas de Hamás dondequiera que operen». Esto refleja una política de largo alcance que no se limita geográficamente a Gaza o Cisjordania, sino que se extiende a cualquier lugar donde Israel perciba que sus intereses de seguridad están siendo amenazados por Hamás.
Sidón: Un Escenario Inusual pero Significativo
Sidón (Saida en árabe) es la tercera ciudad más grande del Líbano, situada en la costa mediterránea al sur de Beirut. Aunque el sur del Líbano, especialmente la zona fronteriza con Israel, es más comúnmente asociado con la presencia de Hezbolá, la operación en Sidón contra un comandante de Hamás es notable. Indica:
- La Expansión de Hamás: Demuestra los esfuerzos de Hamás por diversificar sus frentes y establecer puntos de apoyo operativos fuera de la Franja de Gaza, que está bajo un estricto bloqueo israelí-egipcio y ha sido el foco de intensas operaciones militares israelíes.
- Posible Cooperación o Tolerancia: La capacidad de Hamás para operar a este nivel en una ciudad como Sidón plantea interrogantes sobre el grado de conocimiento, cooperación o, como mínimo, tolerancia por parte de otros actores en el Líbano, incluido Hezbolá o facciones palestinas presentes en los campos de refugiados cercanos, como Ain al-Hilweh.
- Alcance de la Inteligencia Israelí: La capacidad de las FDI para identificar, rastrear y eliminar a un objetivo de alto valor en una ciudad libanesa relativamente distante de la frontera sur demuestra un alcance significativo de sus capacidades de inteligencia y operativas.
La Operación contra Hezbolá: Eliminación de Adnan Muhammad Sadiq Harb
Apenas un día antes de la eliminación de Ahmad, el martes, la Fuerza Aérea Israelí llevó a cabo otra operación significativa en el Líbano, esta vez dirigida contra un comandante de Hezbolá. Adnan Muhammad Sadiq Harb fue eliminado en un ataque en la zona de Nabatieh, una región en el sur del Líbano que es un conocido bastión de Hezbolá.
El Perfil de Adnan Muhammad Sadiq Harb y su Importancia para Hezbolá
Harb fue identificado por las FDI como el «comandante de la unidad de apoyo logístico de la unidad Badr de Hezbolá». La unidad Badr es una de las varias unidades especializadas dentro de la estructura militar de Hezbolá. El papel de Harb en el apoyo logístico es crucial, aunque a menudo menos visible que el de los comandantes de campo. Sus responsabilidades, según las FDI, incluían:
- Rehabilitación de Capacidades Terroristas: Se le atribuyó el impulso a la «rehabilitación de las capacidades terroristas de Hezbolá». Esto podría abarcar la reconstrucción de infraestructura dañada en enfrentamientos anteriores, la reposición de arsenales, el entrenamiento de nuevos reclutas y la mejora de las redes de comunicación y transporte.
- Rehabilitación de Infraestructura al Sur del Río Litani: Esta es una acusación particularmente grave desde la perspectiva israelí e internacional. La Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, que puso fin a la guerra de 2006 entre Israel y Hezbolá, prohíbe la presencia de cualquier fuerza armada al sur del río Litani, excepto el ejército libanés y la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano (FPNUL). La actividad de Harb en esta zona sería una «flagrante violación» de este acuerdo, como señalaron las FDI.
- Transferencia de Armas: Similar a la acusación contra el comandante de Hamás, Harb también «operaba para transferir armas en territorio libanés dentro de diferentes unidades de la organización terrorista Hezbolá». Esto subraya la importancia de las redes logísticas para mantener y mejorar la capacidad militar de Hezbolá, que se estima posee un arsenal de decenas de miles de cohetes y misiles.
Nabatieh: Corazón del Territorio de Hezbolá
Nabatieh es una ciudad y una gobernación en el sur del Líbano, considerada un importante centro de operaciones y apoyo popular para Hezbolá. A diferencia de Sidón, un ataque en Nabatieh contra un comandante de Hezbolá es menos sorprendente, ya que esta área ha sido escenario de frecuentes tensiones y enfrentamientos esporádicos entre Israel y Hezbolá desde la guerra de 2006 y, más intensamente, desde el inicio de la guerra en Gaza en octubre de 2023, que ha visto un frente activo en la frontera israelo-libanesa.
La Violación de Acuerdos y la Postura de Israel
Las FDI enfatizaron que las actividades de Harb «constituyen una flagrante violación de los acuerdos entre Israel y el Líbano», refiriéndose implícitamente a la Resolución 1701. La declaración de las FDI concluyó de manera similar a la relativa a la operación contra Hamás: «Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) continuarán operando para eliminar cualquier amenaza que represente para el Estado de Israel». Esto demuestra una política consistente de Israel de actuar militarmente para hacer cumplir, desde su perspectiva, los términos de los acuerdos de seguridad y para neutralizar las amenazas que emanan de territorio libanés, independientemente de si provienen de Hezbolá o de otros grupos como Hamás.
El Contexto Amplio: Hamás, Hezbolá y la Arena Libanesa
Para comprender la magnitud de estas operaciones, es crucial analizar el papel del Líbano como un escenario donde múltiples actores con agendas a menudo conflictivas interactúan y, en ocasiones, chocan.
La Presencia de Hamás en Líbano
Históricamente, la principal base de operaciones de Hamás ha sido la Franja de Gaza, con una presencia significativa también en Cisjordania. Sin embargo, en los últimos años, y especialmente tras el deterioro de sus relaciones con algunos regímenes árabes y la presión constante de Israel, Hamás ha buscado diversificar sus apoyos y bases operativas. Líbano, con su compleja dinámica política y la presencia de grandes campos de refugiados palestinos (que a menudo escapan al control total del Estado libanés), ha surgido como un lugar atractivo para ello.
- Campos de Refugiados: Lugares como Ain al-Hilweh (cerca de Sidón) o Burj al-Barajneh (en Beirut) han sido señalados como centros de reclutamiento y actividad para diversas facciones palestinas, incluida Hamás.
- Coordinación con Hezbolá: Aunque son organizaciones distintas (Hamás es sunita y está vinculado a la Hermandad Musulmana, mientras que Hezbolá es chiita y está estrechamente alineado con Irán), ambas comparten un enemigo común en Israel y han cooperado en diversos grados. Hezbolá, como actor dominante en el sur del Líbano, probablemente tendría que consentir o, al menos, tolerar un nivel significativo de actividad de Hamás en las áreas bajo su influencia.
- Frente Norte contra Israel: Desde la perspectiva de Hamás, establecer una capacidad operativa en el Líbano le permitiría abrir un segundo frente contra Israel, aliviando la presión sobre Gaza y complicando la planificación militar israelí.
Hezbolá: El Actor No Estatal Más Poderoso de la Región
Hezbolá, el «Partido de Dios», surgió en la década de 1980 durante la guerra civil libanesa y la ocupación israelí del sur del Líbano. Con un fuerte respaldo de Irán, ha evolucionado hasta convertirse en una fuerza militar formidable, a menudo descrita como más poderosa que el propio ejército libanés.
- Control del Sur del Líbano: A pesar de la Resolución 1701, Hezbolá mantiene una presencia militar sustancial en el sur del Líbano, incluyendo una vasta red de túneles, búnkeres y arsenales de cohetes.
- Guerra de Desgaste: Desde el 8 de octubre de 2023, un día después del ataque de Hamás contra Israel, Hezbolá ha estado involucrado en intercambios de fuego casi diarios con las FDI a lo largo de la frontera. Hezbolá afirma que sus acciones son en apoyo a los palestinos en Gaza y para disuadir a Israel de una escalada mayor. Israel, por su parte, ha respondido con ataques aéreos y de artillería, y ha evacuado a decenas de miles de sus ciudadanos de las comunidades fronterizas del norte.
- Amenaza Estratégica para Israel: El arsenal de cohetes de precisión de Hezbolá es una de las mayores preocupaciones de seguridad para Israel, ya que tiene la capacidad de alcanzar cualquier punto del territorio israelí.
La Soberanía Libanesa en Cuestión
Las operaciones israelíes en territorio libanés, aunque dirigidas contra Hamás y Hezbolá, inevitablemente plantean cuestiones sobre la soberanía del Líbano. El gobierno libanés, crónicamente débil y dividido, tiene una capacidad limitada para controlar todo su territorio, especialmente las áreas dominadas por Hezbolá o los campos de refugiados palestinos. Si bien el Líbano protesta rutinariamente por las incursiones israelíes como violaciones de su soberanía, carece de los medios para prevenirlas eficazmente.
Israel, por su parte, argumenta que actúa en defensa propia y que el gobierno libanés es responsable de impedir que su territorio sea utilizado para lanzar ataques contra Israel, conforme a las resoluciones de la ONU.
La Estrategia Israelí: Eliminaciones Selectivas y Disuasión
Las eliminaciones de Khaled Ahmed Ahmed y Adnan Muhammad Sadiq Harb son ejemplos de una táctica que Israel ha empleado durante mucho tiempo: las «eliminaciones selectivas» (targeted killings). Esta estrategia se basa en varios pilares:
- Inteligencia Precisa: Requiere una sofisticada capacidad de recopilación y análisis de inteligencia para identificar, localizar y rastrear a individuos específicos.
- Capacidad Quirúrgica: Implica el uso de armamento de precisión para minimizar el daño colateral, aunque esto sigue siendo un punto de controversia y preocupación humanitaria.
- Interrupción de Operaciones: Al eliminar a comandantes clave, Israel busca desorganizar las estructuras de mando y control de los grupos hostiles, interrumpir la planificación de ataques y dificultar la transferencia de conocimientos y experiencia.
- Disuasión: Estas operaciones también envían un mensaje a otros miembros de estos grupos de que no están a salvo, independientemente de su ubicación, si participan en actividades consideradas una amenaza para Israel.
- «Guerra entre Guerras» (Mabam): Estas acciones pueden verse como parte de la doctrina israelí de «Mabam» o la «Campaña entre Guerras», que implica llevar a cabo operaciones militares de forma continua pero por debajo del umbral de una guerra a gran escala, con el objetivo de degradar las capacidades enemigas y posponer futuros conflictos importantes.
Consideraciones Legales y Éticas
La práctica de las eliminaciones selectivas es objeto de un intenso debate legal y ético a nivel internacional. Los críticos argumentan que pueden constituir ejecuciones extrajudiciales y violar el derecho internacional. Israel, por su parte, sostiene que estas acciones son legales en el contexto de un conflicto armado continuo contra organizaciones terroristas y que se llevan a cabo como último recurso cuando no hay otras formas de prevenir ataques inminentes, y que se hace un esfuerzo por cumplir con los principios de distinción y proporcionalidad del derecho internacional humanitario.
Implicaciones Regionales y Posibles Escenarios Futuros
Las recientes operaciones en el Líbano tienen varias implicaciones importantes para la ya tensa situación regional:
- Escalada en la Frontera Norte: Cada ataque de este tipo conlleva el riesgo de una represalia por parte de Hezbolá o Hamás, lo que podría llevar a una escalada en la frontera israelo-libanesa. Hezbolá, en particular, se enfrenta a un delicado cálculo: cómo responder de manera que satisfaga a su base y disuada a Israel sin desencadenar una guerra a gran escala que sería devastadora para el Líbano.
- Presión sobre Hamás: La eliminación de un alto mando en el Líbano demuestra la presión continua de Israel sobre Hamás en todos los frentes, no solo en Gaza. Esto podría obligar a Hamás a ser más cauteloso en sus operaciones fuera de los territorios palestinos.
- El Eje de Resistencia: Tanto Hamás como Hezbolá son parte del autodenominado «Eje de Resistencia», liderado por Irán y que incluye también a otros grupos y milicias en Siria, Irak y Yemen. Las acciones de Israel contra cualquiera de estos miembros son vistas con atención por Teherán y podrían influir en la dinámica general de este eje.
- Estabilidad del Líbano: El Líbano se encuentra en medio de una profunda crisis económica y política. Una escalada militar significativa con Israel podría sumir al país en un caos aún mayor, con consecuencias humanitarias nefastas. La comunidad internacional, incluidos actores como Estados Unidos y Francia, ha estado trabajando diplomáticamente para evitar una guerra total en la frontera.
- El Papel de la FPNUL y la Resolución 1701: Estas operaciones reavivan el debate sobre la efectividad de la FPNUL y la implementación de la Resolución 1701. Israel argumenta que la continua actividad militar de Hezbolá al sur del Litani demuestra el fracaso de la comunidad internacional en hacer cumplir la resolución, lo que justifica sus propias acciones unilaterales.
Escenarios Futuros Posibles:
- Contención y Desgaste Continuo: El escenario más probable a corto plazo es la continuación del actual patrón de ataques selectivos israelíes y respuestas limitadas de Hezbolá y Hamás, manteniendo el conflicto en un nivel de «guerra de desgaste» por debajo del umbral de una confrontación total.
- Escalada Accidental o Deliberada: Un error de cálculo, una represalia desproporcionada o una decisión deliberada por cualquiera de las partes podrían desencadenar una escalada rápida hacia un conflicto más amplio, similar o incluso peor que la guerra de 2006.
- Esfuerzos Diplomáticos Intensificados: La amenaza de una guerra mayor podría impulsar nuevos esfuerzos diplomáticos para alcanzar algún tipo de acuerdo de desescalada o un nuevo entendimiento sobre las reglas de enfrentamiento en la frontera, posiblemente revisando o reforzando aspectos de la Resolución 1701.
- Cambios en la Estrategia de Hamás/Hezbolá: La presión israelí podría llevar a estos grupos a reconsiderar sus tácticas, buscando métodos más encubiertos o intentando trasladar sus operaciones a áreas donde perciban una menor vulnerabilidad.
Conclusión: Una Lucha Constante por la Seguridad en un Entorno Volátil
La eliminación de Khaled Ahmed Ahmed de Hamás y Adnan Muhammad Sadiq Harb de Hezbolá por parte de las Fuerzas de Defensa de Israel en el Líbano son eventos que, aunque específicos, se inscriben en una narrativa mucho más amplia de conflicto, competencia y lucha por la seguridad en Oriente Medio. Estas operaciones subrayan la determinación de Israel de actuar proactivamente contra lo que percibe como amenazas existenciales y la creciente complejidad de los frentes a los que se enfrenta.
Para Israel, la presencia y actividad de grupos como Hamás y Hezbolá en sus fronteras, y más allá, representan un desafío constante que requiere vigilancia, inteligencia superior y la voluntad de usar la fuerza militar, a menudo en entornos operativos complejos y con considerables riesgos de escalada. Las recientes acciones en Sidón y Nabatieh son un claro recordatorio de que la «guerra entre guerras» continúa, y que el frente norte de Israel sigue siendo un punto focal de tensión con potencial para una conflagración regional.
Por otro lado, para Hamás y Hezbolá, estas pérdidas son reveses tácticos que probablemente no alterarán su estrategia fundamental de confrontación con Israel, aunque podrían obligarlos a adaptar sus métodos y aumentar sus precauciones. Para el Líbano, estas operaciones son un recordatorio doloroso de su propia fragilidad estatal y de cómo su territorio sigue siendo un campo de batalla para conflictos ajenos, con graves consecuencias para su población y su estabilidad.
La comunidad internacional observa con creciente preocupación, consciente de que cualquier escalada importante en la frontera israelo-libanesa podría tener repercusiones devastadoras mucho más allá de la región inmediata. Mientras las tensiones persistan y las causas subyacentes del conflicto no se aborden, es probable que este ciclo de violencia selectiva, represalias y la amenaza constante de una guerra mayor continúe definiendo el panorama de seguridad en esta convulsa parte del mundo. Las operaciones de las FDI en Líbano son, en última instancia, un síntoma de un problema mucho más profundo y arraigado que sigue desafiando soluciones duraderas. La búsqueda de Israel de su seguridad y la lucha de sus adversarios por sus propios objetivos garantizan que la región seguirá siendo un foco de atención global en el futuro previsible.