Por primera vez, el miércoles, miles de policías y agentes de la Policía de Fronteras detuvieron por un momento sus actividades en todo Israel para rezar por la seguridad de la patria y hacer hincapié en la paz.
En los últimos tiempos, la situación de la seguridad en todo el país ha puesto a prueba a la población israelí y a las fuerzas de seguridad, especialmente a los agentes de la Policía de Israel, los operadores de la Policía de Fronteras y los voluntarios de la policía.
El mortífero atentado terrorista que tuvo lugar el sábado en Neve Ya’akov agudizó la voluntad de los rabinos de la policía israelí bajo el mando del rabino jefe de la Policía, rabino Rami Barchiho, y de la Policía de Fronteras, rabino Yitzchak Blaichbard, en la urgente necesidad de unificarse bajo una oración especial teniendo en cuenta la carga que suponen los problemas de seguridad.
En efecto, por primera vez en la historia de la Policía de Israel, todos los rabinos de la Policía de Israel y de la Policía de Fronteras se reunieron en la Sinagoga del Distrito Central para rezar una oración por la seguridad de los operadores y policías que arriesgan su vida cada día y cada noche.
A los rabinos de la policía se unieron miles de agentes de policía y de la Policía de Fronteras de todo el país que detuvieron su trabajo durante un breve momento y juntos ofrecieron una “oración al creador del mundo” para que proteja al pueblo de Israel y le dé la fuerza necesaria para hacer frente a los desafíos especiales que el pueblo de Israel está experimentando hoy en día.
El Jefe de la Policía de Israel, el rabino Rami Barkiho, dijo a los demás rabinos de la policía que sentía la magnitud de la responsabilidad que recae sobre los hombros de nuestros policías y voluntarios. Además, añadió que es nuestro deber fortalecerlos en cada oportunidad para permitir la existencia de una vida normal en todo el Estado de Israel.
El rabino de la Policía de Fronteras, Yitzchak Blakebard, comentó el grupo de oración masiva y señaló que sentía un gran orgullo por encontrarse entre los portadores del uniforme que combina por un lado el Tanaj y por otro las armas destinadas a proteger a los residentes del Estado de Israel.
El rabino señaló que en sus encuentros diarios con agentes de la Policía de Fronteras en todo el país y especialmente en los lugares de conflicto, sentía el poder inherente a cada uno de ellos y que la oración que todos se unían para rezar al mismo tiempo añade superpoderes a sus complejas tareas.