El vicepresidente Mike Pence concluyó su viaje a Israel el martes con una visita privada al Muro Occidental, uno de los sitios más sagrados del judaísmo.
Pence llegó al lugar sagrado con un yarmulke negro en su cabeza flanqueado por el Gran Rabino del Muro de las Lamentaciones, el Rabino Shmuel Rabinowitz y el Director de la Fundación del Patrimonio del Muro Occidental Mordechai «Soli» Eliav.
El embajador de Estados Unidos en Israel, David Friedman, y el representante de negociaciones internacionales de la administración Trump, Jason Greenblatt, también acompañaron al vicepresidente.
«Aquí, justo encima de nosotros, en el Monte del Templo, el Rey Salomón construyó el Templo», dijo Rabinowitz mientras se acercaba al Muro de las Lamentaciones con Pence. «Sacamos nuestra fortaleza de nuestra profunda conexión con la tierra de la Biblia y nuestro compromiso con las palabras de los Profetas».
Pence colocó una nota dentro de la pared y oró, mientras que su esposa Karen oró por separado en la sección de mujeres en el sitio sagrado.
A su partida del Muro de las Lamentaciones, Pence firmó el libro de visitas oficial, escribiendo: «Es un gran honor para mí rezar aquí en este lugar sagrado. Dios bendiga al pueblo judío y que Dios bendiga al estado de Israel siempre». Cuando los miembros de los medios se acercaron, Pence declaró que la visita al sitio fue» muy inspiradora».
Tempranas horas del día, Pence se reunió con el presidente israelí Reuven Rivlin. Durante la reunión, el vicepresidente reiteró la posición de la administración Trump de que el reconocimiento de los Estados Unidos a Jerusalén como la capital de Israel conducirá a la paz entre Israel y los palestinos.