En medio de una escalada de violencia en la frontera norte, Israel ha llevado a cabo ataques contra posiciones de Hezbolá en el Líbano en respuesta a recientes agresiones. La situación ha generado preocupaciones sobre una posible conflagración más amplia en la región.
El miércoles, sirenas sonaron en la ciudad de Rosh Hanikra mientras cohetes fueron lanzados desde el Líbano hacia zonas abiertas en Israel. Afortunadamente, no se reportaron heridos ni daños significativos. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) respondieron con ataques aéreos contra sitios pertenecientes a Hezbolá en el sur del Líbano, así como operaciones terrestres contra células terroristas a lo largo de la frontera.
Estos incidentes siguieron a ataques aéreos previos en el Líbano y Siria, llevados a cabo por las FDI en respuesta a cohetes lanzados desde ambos países. Tres cohetes fueron disparados desde Siria hacia los Altos del Golán, con uno impactando en territorio israelí. También se registraron ataques desde el Líbano contra el kibutz Bar’am, causando daños materiales.
El ministro del gabinete de guerra de Israel, Benny Gantz, ha instado a una respuesta firme ante la escalada de los ataques de Hezbolá respaldados por Irán. En conversaciones con el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, Gantz destacó la necesidad de que la comunidad internacional intervenga y presione al Líbano para detener la agresión a lo largo de la frontera.
La tensión actual pone de relieve la persistente violación por parte de Hezbolá de la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, que busca desarmar a las fuerzas no estatales en el Líbano y establecer una zona libre de tales fuerzas a lo largo de la frontera con Israel. A pesar de la resolución, Hezbolá ha acumulado armas y fuerzas en la región, con una respuesta limitada de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano (FPNUL).
Las hostilidades a lo largo de la frontera han dejado un saldo de víctimas, con cuatro civiles israelíes y seis soldados de las FDI fallecidos. En el lado libanés, más de 120 personas han perdido la vida, según la Agence France-Presse (AFP). Sin embargo, las cifras exactas son objeto de disputa, ya que Hezbolá podría estar encubriendo el número real de bajas.
Con la creciente preocupación por una escalada más amplia, Israel busca la intervención de la comunidad internacional para restaurar la calma en la región. La situación sigue siendo fluida, y se espera que la diplomacia desempeñe un papel crucial en la resolución de la crisis en la frontera norte.