A medida que las aerolíneas extranjeras regresan gradualmente a Israel, existen sentimientos encontrados sobre si las tarifas aéreas disminuirán a tiempo para la temporada de viajes de verano. La reanudación de los vuelos de las aerolíneas extranjeras y la reapertura de la Terminal 1 del Aeropuerto Internacional Ben Gurion señalan un cambio positivo, pero el impacto general en los precios de los pasajes aéreos sigue siendo incierto.
El panorama actual
La guerra que siguió al ataque terrorista de Hamás del 7 de octubre llevó a la mayoría de las aerolíneas extranjeras a suspender sus operaciones hacia Israel. Esto dejó a los viajeros israelíes dependientes de aerolíneas nacionales como El Al Israel Airlines, Israir y Arkia, lo que provocó un aumento en los precios de los pasajes aéreos debido a la reducción de la competencia y la capacidad.
En las últimas semanas, varias aerolíneas extranjeras han reanudado sus rutas a Israel, aunque con capacidades reducidas. Las aerolíneas estadounidenses como Delta Airlines y United Airlines reiniciaron sus operaciones, y las aerolíneas europeas, incluidas las del Grupo Lufthansa y Air France, también regresaron, aunque con menos vuelos y aviones más pequeños.
Reabre la Terminal 1
La reapertura de la Terminal 1, utilizada principalmente por aerolíneas de bajo coste, en junio fue vista como una señal esperanzadora para precios más competitivos. Ryanair reanudó sus operaciones desde la Terminal 1, aunque con menos destinos en comparación con los horarios de antes de la guerra. Otras aerolíneas de bajo coste como Wizz Air y Transavia también han mantenido cierto nivel de servicio, aunque no a plena capacidad.
Impacto limitado en los precios
A pesar de estos acontecimientos positivos, el número reducido de vuelos y los aviones más pequeños han mantenido la oferta baja mientras la demanda sigue siendo alta. Yaneev Lanis, cofundador de Secret Flights, señala que este desequilibrio significa que es poco probable que los precios bajen significativamente. Con el ligero aumento de la competencia, los precios de los boletos han experimentado reducciones menores, pero el aumento esperado en los viajes de verano probablemente mantendrá altas las tarifas aéreas.
Cambios en el comportamiento de viaje
La incertidumbre provocada por el conflicto en curso ha alterado los patrones de reservas israelíes. Los viajeros ahora reservan sus vacaciones mucho más tarde de lo habitual, lo que genera costos más altos no sólo en los pasajes aéreos sino también en el alojamiento. Según Tal Noy, vicepresidente de marketing y ventas de Issta Israel, el retraso en las reservas ha hecho subir aún más los precios, ya que la demanda supera la oferta cuando se acercan las fechas de viaje.
Cambiando de destino
La situación geopolítica también ha cambiado los destinos de viaje preferidos de los israelíes. Los destinos percibidos como más seguros, particularmente en Europa del Este, como Budapest, Bucarest, Montenegro y Bulgaria, se han vuelto más populares. Lugares anteriormente favorecidos, como Turquía y Marruecos, han visto una caída en la demanda debido a preocupaciones de seguridad.
Proyecciones de precios
Las proyecciones de tarifas aéreas de verano pintan un panorama sombrío para los viajeros preocupados por los costos. Por ejemplo, los billetes de ida y vuelta de Tel Aviv a París con Transavia tienen un precio de entre 400 y 960 dólares, mientras que los vuelos a Atenas con Arkia oscilan entre 370 y más de 1.000 dólares, según las fechas. Comparativamente, estos precios se han más que duplicado desde antes de la guerra, observándose un aumento del 139% en determinadas rutas.
La necesidad de intervención gubernamental
Lanis sugiere que la intervención del gobierno podría ayudar a estabilizar los precios al incentivar a las aerolíneas extranjeras a aumentar su capacidad. Medidas como descuentos fiscales, horarios de operación ampliados en los aeropuertos y seguridad garantizada para los aviones y la tripulación de las aerolíneas extranjeras podrían hacer de Israel un destino más atractivo para estas compañías.
Conclusión
Si bien el regreso de las aerolíneas extranjeras y la reapertura de la Terminal 1 son pasos en la dirección correcta, son insuficientes para reducir significativamente las tarifas aéreas para los viajeros israelíes este verano. Las continuas capacidades de vuelo limitadas, la alta demanda y los cambios en los comportamientos de reserva debido a la guerra significan que los viajeros deben prepararse para costos más altos. Las acciones gubernamentales para apoyar a los transportistas extranjeros e impulsar la competencia pueden proporcionar cierto alivio, pero es probable que tarden en materializarse reducciones significativas de precios.