En el corazón del centro de Israel, cerca de la moderna ciudad de Kfar Saba, un equipo de arqueólogos descubrió en 2018 una tumba inusualmente bien conservada que ha empezado a revelar sus secretos solo recientemente. En su interior, se encontraron cuatro discos de bronce ornamentados con cabezas de león en altorrelieve. El descubrimiento, dado a conocer en 2025 a través de la revista académica Atiqot, ha captado la atención de expertos e historiadores por igual, tanto por su rareza como por sus implicaciones simbólicas y culturales.
Este artículo explora el contexto arqueológico del hallazgo, el posible simbolismo de los leones en la Antigüedad, las teorías sobre la identidad del difunto y la relevancia del hallazgo dentro de los cultos y costumbres funerarias del mundo romano en Tierra Santa.
El descubrimiento: una tumba sellada en Khirbat Ibreika
Excavaciones en medio del desarrollo moderno
La tumba fue hallada durante una excavación de rescate realizada por la Autoridad de Antigüedades de Israel (IAA) antes de la construcción de una carretera a tan solo cinco kilómetros de Kfar Saba. El sitio se conoce como Khirbat Ibreika, y su nombre proviene de una tumba otomana cercana que data de entre 1517 y 1917 d. C. Durante los trabajos, los arqueólogos descubrieron elementos de dos periodos históricos: el romano (63 a. C. – 323 d. C.) y el bizantino (324 – 638 d. C.).
La tumba en cuestión permanecía sellada desde su creación en el siglo I o II d. C., lo que permitió conservar los artefactos en condiciones excepcionales. El arqueólogo principal, Dr. Elie Haddad, señaló que la tumba contenía elementos únicos que la diferenciaban de otras descubiertas en la región.
Los discos de bronce: leones guardianes del más allá
Descripción y función
Los cuatro discos descubiertos miden varios centímetros de diámetro y presentan cabezas de león modeladas en altorrelieve. En la parte superior de cada disco se encuentran perforaciones destinadas a sujetar anillas de transporte. Estas anillas, también halladas en la tumba, servían probablemente para manipular un ataúd de madera que ya no existe, pero del cual se conservaron restos gracias a un gran clavo de hierro incrustado con trazas de madera.
Ubicación dentro de la tumba
A diferencia de otros hallazgos similares, los discos no se encontraron colocados en las esquinas de la tumba, como es habitual. En Khirbat Ibreika, fueron cuidadosamente apilados en el extremo sur de la tumba, lo que sugiere una intención ritual o simbólica más allá de una mera funcionalidad.
Otros objetos hallados y lo que revelan
Ajuares funerarios
Además de los discos, los arqueólogos recuperaron doce vasijas de cristal, posiblemente utilizadas para contener aceites, perfumes u ofrendas líquidas. La presencia de un gran clavo de hierro —una rareza en sí misma— sugiere que el ataúd original fue de madera, aunque el tiempo lo deterioró casi por completo.
También se recuperaron restos óseos humanos, aunque en un estado fragmentario. El análisis forense indicó que pertenecían a un adulto mayor de 15 años, pero no fue posible determinar el sexo del individuo.
¿Quién era el difunto? Entre el paganismo y el culto de Mitra
Entierro pagano en Tierra Santa
El método de entierro, que incluía ajuares valiosos y la estructura de la tumba, apunta a costumbres funerarias paganas, en contraste con los rituales judíos o cristianos de la época. Este hallazgo, por tanto, permite explorar la diversidad religiosa presente en la región durante el dominio romano.
Posible conexión con el mitraísmo
Haddad y su colega Elisheva Zwiebel plantean una posible relación entre el simbolismo de los leones y el culto persa de Mitra, ampliamente adoptado por soldados romanos. En este culto, el león simbolizaba al guardián del fuego eterno, la guerra y el sacrificio, elementos que encajan bien con la vida y muerte de un militar.
El culto mitraísta, aunque perseguido más adelante por el cristianismo, fue muy popular entre los siglos I y III d. C., especialmente en el ejército romano. La iconografía del león como fuerza protectora encajaría con el uso de estos discos en una tumba, representando el paso seguro hacia el más allá o incluso la protección del alma.
Leones en la antigüedad: símbolo universal
Uso extendido en diversas culturas
El motivo del león aparece en múltiples culturas antiguas. En Grecia, Roma, el judaísmo y el arte samaritano, el león simbolizaba fuerza, poder, protección y autoridad divina.
- En Grecia, los leones adornaban puertas y mausoleos.
- En Roma, eran comunes en esculturas militares y heráldicas.
- En el judaísmo bíblico, el león de Judá representa la realeza y la tribu de David.
- En el arte samaritano, el león tenía también connotaciones de vigilancia espiritual.
Comparación con Tel Dor y otras excavaciones
Discos similares fueron encontrados en Tel Dor, otro sitio de enterramiento romano. Allí también se hallaron cuatro discos con cabeza de león, aunque en posiciones diferentes: colocados en las esquinas de la tumba. Esto sugiere una variabilidad en las prácticas funerarias, posiblemente adaptadas según región, origen o afiliación militar.
¿Un soldado romano enterrado en Kfar Saba?
Un individuo de alto estatus
El uso de bronce, la elaboración detallada de los discos y la presencia de objetos de cristal indican que el difunto no era un ciudadano común. La hipótesis más sólida apunta a un soldado o funcionario romano de alto rango, quizá con vínculos con las fuerzas que operaban en la provincia de Judea durante el siglo I o II d. C.
Ausencia de un asentamiento cercano
Uno de los misterios persistentes es la falta de estructuras domésticas en la zona. Esto ha llevado a los investigadores a especular que el asentamiento original podría estar enterrado bajo la tumba otomana del jeque, lo que imposibilita por ahora una comprensión completa del contexto habitacional.
Implicaciones para la arqueología de Israel
Una pieza más del complejo mosaico cultural
Este descubrimiento añade una pieza clave al rompecabezas que es la historia antigua de Israel. Durante el dominio romano, la región era un cruce de caminos entre culturas: judíos, samaritanos, romanos paganos, cristianos tempranos y comerciantes de orígenes diversos compartían el espacio geográfico.
La coexistencia de estas tradiciones se refleja en los entierros, en los objetos que acompañan a los muertos y en las influencias artísticas de cada grupo.
Futuras investigaciones
Los investigadores esperan que futuras excavaciones en la región o el hallazgo de discos similares permitan comprender mejor el significado y la función de estas cabezas de león. “Cada nuevo hallazgo tiene el potencial de reescribir lo que sabemos sobre la vida y la muerte en el mundo antiguo”, escribieron Haddad y Zwiebel.
El descubrimiento de los discos de bronce con cabezas de león en una tumba romana de 1.900 años en Khirbat Ibreika es mucho más que un simple hallazgo arqueológico. Es una ventana hacia las creencias, rituales y relaciones interculturales de un mundo antiguo, diverso y profundamente simbólico.
Mientras los arqueólogos continúan desenterrando las capas del pasado en Tierra Santa, cada objeto, cada símbolo y cada tumba nos permite reconstruir las narrativas de aquellos que vivieron —y murieron— en una de las regiones más complejas de la historia humana.

