La tensión entre Israel e Irán ha alcanzado nuevos niveles tras un ataque con misiles que impactó en un hospital de Beersheba y edificios residenciales en Holon. En respuesta, el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, lanzó su amenaza más contundente hasta la fecha contra el líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, afirmando que “no puede seguir existiendo”. En contraste, el primer ministro Benjamin Netanyahu adoptó una postura más reservada, advirtiendo que las palabras deben “elegirse con cuidado” durante una guerra, dejando entrever una reprimenda indirecta hacia su propio ministro.
Este episodio marca un nuevo punto álgido en el conflicto regional, donde los líderes israelíes intentan balancear declaraciones contundentes con una estrategia militar calculada. Las declaraciones de Katz y la cautela de Netanyahu reflejan no solo diferencias tácticas internas, sino también la compleja relación con actores internacionales como Estados Unidos y Rusia, que juegan un papel clave en cualquier desenlace.
Katz: “Jamenei no puede seguir existiendo”
Durante una visita al sitio del impacto de un misil iraní en la ciudad de Holon, Israel Katz no dejó lugar a dudas sobre su posición: “Jamenei está dando personalmente la orden de disparar contra hospitales y edificios residenciales”, aseguró. Acusó al régimen iraní de considerar los ataques a civiles como parte de su “misión de destruir a Israel”.
El ministro fue más allá al comparar al líder iraní con Adolf Hitler, afirmando:
“Jamenei es el Hitler moderno. Si Israel hubiera existido durante el Holocausto y sus líderes hubieran sabido que las Fuerzas de Defensa de Israel podían capturar y matar a Hitler para detener el genocidio, lo habríamos hecho”.
Este paralelismo histórico busca justificar una posible eliminación del líder iraní como un acto de legítima defensa nacional y preventiva ante una amenaza existencial.
¿Cambio de régimen en Irán?
Katz evitó confirmar si Israel busca un cambio de régimen como parte de su actual ofensiva contra Irán. A pesar de las especulaciones surgidas tras reportes de que Israel intentó asesinar a Jamenei en los primeros días de su ofensiva, el ministro no detalló planes concretos en ese sentido.
Tampoco lo hizo Netanyahu, aunque dejó claro que “nadie es inmune” y que “todas las opciones están abiertas”.
Netanyahu: moderación en tiempos de guerra
En contraste con Katz, el primer ministro Benjamin Netanyahu adoptó un tono más moderado, aunque sin restar gravedad a la situación. Tras visitar el hospital Soroka de Beersheba, alcanzado por un misil iraní, Netanyahu declaró:
“Durante una guerra… las palabras deben elegirse con cuidado y las acciones con precisión. Prefiero no ocuparme de los titulares y dejar que las acciones hablen por sí solas”.
Además, sugirió que sería prudente que sus ministros también eviten declaraciones públicas sobre decisiones militares delicadas.
¿Mensaje indirecto a Katz?
Los analistas coinciden en que estas palabras fueron una reprimenda indirecta a Israel Katz, quien ha sido cada vez más vocal sobre la necesidad de eliminar a Jamenei. Al recomendar evitar “hablar de esto en la prensa”, Netanyahu parece buscar controlar el discurso oficial para evitar escaladas innecesarias o provocar reacciones adversas por parte de aliados internacionales.
Trump y el presunto veto al asesinato de Jamenei
Medios internacionales informaron que durante las primeras horas de la ofensiva israelí contra Irán, se presentó una oportunidad para eliminar a Jamenei, pero que fue vetada por el expresidente estadounidense Donald Trump. Aunque las autoridades israelíes han negado estos informes, el propio Trump afirmó posteriormente que no había planes de asesinar a Jamenei “al menos por ahora”.
Netanyahu se mostró ambiguo respecto a este punto, señalando que la decisión de intervenir militarmente por parte de Estados Unidos corresponde exclusivamente a Trump:
“Él hará lo que sea bueno para Estados Unidos y yo haré lo que sea bueno para Israel”.
Israel, dispuesto a actuar solo
Pese a la posible falta de respaldo directo de Washington para ciertas operaciones, Netanyahu enfatizó que Israel tiene la capacidad de completar la misión de manera autónoma:
“Al final de esta operación, no habrá ninguna amenaza nuclear para Israel, y no habrá ninguna amenaza balística”.
Esto sugiere una intención clara de debilitar significativamente, si no destruir completamente, las capacidades militares estratégicas de Irán.
¿Eliminación del programa nuclear o cambio de régimen?
A pesar de que el discurso oficial israelí insiste en que la campaña es “preventiva”, dirigida a eliminar la amenaza nuclear iraní, surgen dudas sobre si el objetivo real es más ambicioso. En una entrevista con Fox News, Netanyahu indicó que un cambio de régimen “ciertamente podría ser el resultado” de la ofensiva, aunque aclaró que no es el objetivo declarado.
El ministro de Asuntos Exteriores, Gideon Sa’ar, fue más claro al afirmar que por el momento, “el cambio de régimen en Teherán no es un objetivo del gabinete de seguridad”.
Sin embargo, todos coinciden en que la operación continuará hasta “completar la misión”, cuyo alcance exacto sigue siendo difuso.
Crimen de guerra: ataque a hospital en Beersheba
Uno de los eventos más condenados por los funcionarios israelíes fue el impacto directo de un misil iraní en el hospital Soroka de Beersheba. El ministro Gideon Sa’ar calificó el hecho como un “crimen de guerra”:
“Están atacando deliberadamente a la población civil, a objetivos civiles, a civiles, niños y ancianos. Es inaceptable”.
Este tipo de ataques, según Sa’ar, reflejan la estrategia deliberada del régimen iraní de usar el terror como instrumento de guerra.
Rusia y el papel de Vladimir Putin
En un giro interesante, el presidente ruso Vladimir Putin intervino en la conversación global al declarar que había advertido en contra del asesinato de Jamenei. Durante un foro económico, Putin afirmó:
“Ni siquiera quiero discutir” el posible asesinato del líder iraní.
Cuando se le preguntó sobre la posibilidad de proporcionar armas modernas a Irán, Putin aclaró que el tratado de asociación estratégica firmado en enero no incluye cooperación militar. Su respuesta busca mantener la neutralidad formal, sin comprometerse militarmente pero también sin dejar de lado su apoyo diplomático a Teherán.
Reacciones internacionales y posibles escenarios
La situación actual abre varios escenarios de desarrollo, todos complejos y con implicaciones internacionales profundas:
1. Escalada militar regional
Si Israel decide avanzar con una operación directa contra Jamenei o aumenta sus ataques en territorio iraní, podría provocar una respuesta en cadena por parte de Irán y sus aliados regionales como Hezbollah o grupos chiitas en Irak y Siria.
2. Reacción de Estados Unidos
La posición de Trump sigue siendo clave. Si bien ha mostrado respaldo a la campaña militar israelí, también ha puesto límites claros, como el supuesto veto a la eliminación de Jamenei. Si Israel actúa por su cuenta, puede generar fricciones con Washington.
3. Intervención rusa o mediación internacional
Rusia, con su alianza estratégica con Irán, podría desempeñar un papel importante como mediador, o incluso proveedor de defensa, aunque Putin ha sido prudente hasta ahora.
4. Aislamiento de Irán y presión diplomática
Israel también podría buscar ampliar la presión internacional sobre Irán mediante acusaciones de crímenes de guerra, apelando a la ONU y otros organismos internacionales.
¿Rumbo a un punto de no retorno?
La intensificación del conflicto entre Israel e Irán, marcada por amenazas directas contra líderes y ataques a objetivos civiles, plantea una disyuntiva crítica: ¿se dirige el Medio Oriente hacia una guerra total o aún hay espacio para la diplomacia?
Las declaraciones de Katz parecen indicar una voluntad de llevar la guerra al núcleo del régimen iraní. Por su parte, Netanyahu intenta equilibrar la presión interna, la amenaza externa y la sensibilidad internacional, especialmente ante la postura de Estados Unidos y Rusia.
En cualquier caso, Israel ha dejado claro que no tolerará ataques contra su población civil y que considera a Irán como una amenaza existencial. La cuestión ahora es si las acciones que vendrán serán estratégicamente calculadas o si el conflicto derivará en una espiral de violencia con consecuencias globales.