En una reciente entrevista con Itamar Eichner de Ynet, Jason Greenblatt, ex asesor principal del ex presidente estadounidense Donald Trump, compartió sus opiniones sobre la situación actual en Oriente Medio, específicamente la escalada de tensiones entre Israel y Hamás.
Greenblatt expresó su firme creencia de que, si Trump aún estuviera en la presidencia, Hamás no se habría atrevido a lanzar un ataque contra Israel el 7 de octubre. Según él, la presencia de Trump en la Casa Blanca habría disuadido a Hamás y mantenido a raya a otros actores regionales, como Irán y los hutíes. Además, Greenblatt argumenta que bajo la administración de Trump, la idea de un ataque de Hezbolá contra Israel ni siquiera se habría contemplado.
El ex asesor destacó la firmeza de Trump en cuanto al apoyo a Israel y sugirió que la actual administración liderada por el presidente Joe Biden ha continuado esta línea de respaldo. Greenblatt elogió la respuesta estadounidense, calificándola como un respaldo total a Israel durante el conflicto. Sin embargo, no dudó en señalar que Estados Unidos no debería dictar a Israel qué acciones emprender en el conflicto.
En relación con la exigencia de Estados Unidos de que Israel avance a la siguiente etapa en la guerra, Greenblatt afirmó que no es apropiado para Estados Unidos imponer condiciones a Israel. Esta postura refleja la perspectiva de que Israel, en su calidad de aliado, debe tener la autonomía necesaria para tomar decisiones estratégicas en su propio interés.
A pesar de las diferencias públicas entre el presidente Biden y el primer ministro Netanyahu, Greenblatt destacó la capacidad de ambos líderes para cooperar cuando la situación lo requiere. Subrayó que, a pesar de las críticas frecuentes, existe una relación pragmática entre ambas figuras que permite la colaboración efectiva en asuntos cruciales.
En resumen, Jason Greenblatt ofrece una perspectiva interesante sobre el papel que la administración Trump podría haber desempeñado en la estabilidad de la región, sugiriendo que la firmeza en el respaldo a Israel podría haber sido un elemento disuasorio crucial contra la escalada de tensiones en Oriente Medio.