En un acontecimiento significativo y muy polémico, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han anunciado que comenzarán a reclutar miembros de la comunidad ultraortodoxa (haredí) a partir del domingo. Esta decisión se produce semanas después de que un fallo histórico del Tribunal Superior ordenara el reclutamiento de los estudiantes de la ieshivá haredi, un grupo demográfico que históricamente ha estado exento del servicio militar. La medida ha provocado intensas reacciones, incluidas protestas de extremistas ultraortodoxos, lo que pone de relieve las profundas divisiones dentro de la sociedad israelí con respecto al servicio militar.
Anuncio de las FDI y sus implicaciones
El anuncio de las FDI marca el comienzo de un nuevo capítulo en el debate en curso sobre el servicio militar obligatorio haredi. Según los militares, las órdenes preliminares son parte de un plan más amplio para integrar a los reclutas ultraortodoxos en las FDI. Este esfuerzo se considera esencial para mantener el estatus de las FDI como “el ejército del pueblo” y abordar las crecientes necesidades operativas en medio de los actuales desafíos de seguridad.
El Ministro de Defensa, Yoav Gallant, confirmó que el borrador de las órdenes se enviará el próximo mes, enfatizando la importancia de incluir a todos los segmentos de la sociedad en el servicio militar. Sin embargo, los detalles sobre el número de órdenes preliminares y los grupos de edad destinatarios siguen sin estar claros.
Fallo del Tribunal Superior y respuesta del gobierno
El reciente fallo del Tribunal Superior eliminó cualquier marco legal que permitiera al Estado retrasar el reclutamiento de estudiantes de ieshivá haredí. Este fallo ha llevado al fiscal general a ordenar el proceso de reclutamiento inmediato para 3.000 hombres ultraortodoxos, el número que el ejército puede albergar actualmente.
A pesar de la decisión del tribunal, el gobierno, que incluye partidos ultraortodoxos como Shas y United Torah Judaism, está intentando aprobar una legislación que aumentaría gradualmente el alistamiento haredi. El proyecto de ley propuesto, que se está debatiendo en el Comité de Defensa y Asuntos Exteriores de la Knesset, tiene como objetivo fijar la edad de exención en 21 años y aumentar gradualmente la tasa de alistamiento ultraortodoxo.
Protestas y reacción pública
El anuncio ha encontrado una feroz resistencia por parte de la comunidad ultraortodoxa. Tras la declaración de las FDI, los extremistas ultraortodoxos bloquearon la Ruta 4 cerca de Bnei Brak durante la hora punta, provocando importantes trastornos del tráfico. Estas protestas no son infrecuentes; Los activistas ultraortodoxos se manifiestan periódicamente contra cualquier intento de reclutar estudiantes de la ieshivá, lo que a menudo resulta en enfrentamientos con la policía.
En una nota relacionada, dos altos oficiales de las FDI se enfrentaron a una agresión mientras visitaban Bnei Brak para discutir la formación de una brigada haredí adaptada. Fueron atacados por alborotadores que los acusaron de ser “asesinos”, lo que refleja la intensa hostilidad dentro de algunos segmentos de la comunidad ultraortodoxa.
Contexto social más amplio y el futuro del servicio militar obligatorio
La cuestión del servicio militar obligatorio haredí es una de las más divisivas en Israel. Muchos judíos ultraortodoxos argumentan que el servicio militar entra en conflicto con su estilo de vida religioso y temen la secularización. Por el contrario, muchos israelíes que sirven en el ejército creen que la exención de larga data para los estudiantes de la ieshivá les impone una carga injusta, un sentimiento que se ha intensificado a la luz de los conflictos recientes.
El grupo activista Hermanos de Armas también se ha manifestado en contra de las exenciones para los ultraortodoxos, organizando protestas en ciudades haredíes. Mientras tanto, la reciente decisión del gobierno de ampliar el servicio obligatorio para los soldados varones a tres años ha alimentado aún más el debate sobre los requisitos de servicio equitativos.
Conclusión
La decisión de las FDI de reclutar reclutas ultraortodoxos marca un paso significativo y polémico para abordar uno de los problemas sociales más duraderos de Israel. Mientras el gobierno navega por el complejo panorama de la legislación y la opinión pública, el futuro del servicio militar obligatorio haredí sigue siendo incierto. Lo que está claro, sin embargo, es que esta cuestión seguirá provocando fuertes emociones y acciones por parte de todas las partes involucradas. Las próximas semanas y meses serán cruciales para determinar cómo Israel equilibra las demandas de seguridad nacional con los diversos valores y creencias de su población.