A medida que el conflicto entre Israel y Hezbolá se intensifica, el primer ministro Benjamín Netanyahu ha prometido continuar atacando al grupo militante libanés con «toda la fuerza». En medio de los llamados internacionales para un alto el fuego, Netanyahu enfrenta una creciente presión tanto de las facciones políticas internas como de sus aliados extranjeros. La propuesta de una tregua de 21 días ha generado un debate considerable, no solo dentro del gobierno israelí, sino también entre los principales actores internacionales, como Estados Unidos, Francia y varios estados árabes.
Este artículo explora las complejidades que rodean la postura de Netanyahu, las implicaciones geopolíticas del conflicto y las posibles consecuencias dentro de su coalición de extrema derecha. Además, discutiremos cómo estos desarrollos podrían afectar los objetivos de seguridad más amplios de Israel, en particular en relación con las capacidades militares de Hezbolá y la seguridad de los civiles en la región norte de Israel.
Los Ataques de Israel Contra Hezbolá: Una Postura Firme en Medio del Conflicto
La Estrategia de «Toda la Fuerza» de Netanyahu
El primer ministro Benjamín Netanyahu ha reiterado su compromiso de continuar las operaciones militares contra Hezbolá, un grupo militante chiita respaldado por Irán. Al llegar a Nueva York para la reunión anual de la Asamblea General de las Naciones Unidas, Netanyahu declaró que la estrategia de Israel es seguir atacando a Hezbolá hasta que se alcancen todos los objetivos militares, particularmente el retorno seguro de los residentes del norte de Israel. Dijo:
«Seguimos golpeando a Hezbolá con toda la fuerza. Y no nos detendremos hasta lograr todos nuestros objetivos, el principal de ellos el regreso seguro de los residentes del norte a sus hogares.»
Esta postura militar agresiva subraya la determinación de Netanyahu de proteger las fronteras del norte de Israel de los ataques frecuentes de Hezbolá, que se han intensificado desde la ofensiva de Hamás el 7 de octubre de 2023. Hezbolá, en solidaridad con Hamás, ha lanzado una serie de ataques con cohetes y misiles contra Israel, lo que ha provocado una grave crisis humanitaria en ambos lados de la frontera.
Escalada de Violencia: El Papel de Hezbolá
La participación de Hezbolá en el conflicto ha agravado la crisis en la región. Sus ataques desde la frontera libanesa, combinados con las acciones de otros grupos militantes, han tensado considerablemente los recursos militares israelíes. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han respondido atacando la infraestructura de Hezbolá en Líbano, gran parte de la cual está incrustada en áreas civiles. Estos ataques aéreos han provocado un gran número de víctimas, con funcionarios libaneses reportando más de 600 muertes, aunque no está claro cuántos eran combatientes y cuántos eran civiles.
La implicación de Hezbolá representa una amenaza única para la seguridad del norte de Israel. Hezbolá no es solo una fuerza militar, sino también un poderoso actor político en el Líbano, con un respaldo extenso de Irán. La posición arraigada del grupo a lo largo de la frontera norte de Israel ha sido durante mucho tiempo una preocupación de seguridad significativa para Israel, lo que hace que la posibilidad de una campaña militar prolongada parezca inevitable.
La Propuesta de un Alto el Fuego: Presiones Internacionales y Consecuencias Políticas
La Propuesta de Alto el Fuego de 21 Días de Estados Unidos y Francia
Mientras Netanyahu mantiene su enfoque de línea dura, Estados Unidos y Francia, junto con otros socios internacionales, han estado abogando por un alto el fuego de 21 días. Argumentan que esta pausa en los combates proporcionaría una ventana para negociaciones diplomáticas que podrían llevar a una resolución más permanente. Una declaración conjunta emitida desde los márgenes de la Asamblea General de las Naciones Unidas contó con el apoyo de tanto europeos como estados árabes, lo que señala un deseo generalizado de desescalada en la región.
Sin embargo, la administración de Netanyahu rápidamente desmintió los informes que sugerían que Israel estaba a punto de aceptar este alto el fuego. La Oficina del Primer Ministro (OPM) lanzó un comunicado llamando a estos informes «falsos», enfatizando que Netanyahu ha facultado a las FDI para continuar las operaciones militares sin restricciones.
Conflictos Internos: La Coalición de Netanyahu en Riesgo
En el ámbito interno, Netanyahu enfrenta un panorama político volátil. Sus socios de la coalición de extrema derecha, particularmente el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, han amenazado con retirar su apoyo si acuerda la tregua propuesta. El partido de extrema derecha Otzma Yehudit de Ben Gvir ha advertido que abandonará la coalición si Netanyahu persigue un alto el fuego temporal, enmarcando cualquier pausa en las hostilidades como una señal de debilidad.
Ben Gvir ha sido categórico en su oposición, declarando:
«Si el alto el fuego temporal se vuelve permanente, todos los ministros y MKs de Otzma Yehudit renunciarán al gobierno y a la coalición.»
De manera similar, el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, ha rechazado cualquier forma de alto el fuego, instando a Netanyahu a buscar una victoria militar total sobre Hezbolá. Smotrich ha argumentado que permitir que Hezbolá se reagrupe durante un alto el fuego podría comprometer la ventaja estratégica de Israel.
Este disenso interno pone a Netanyahu en una posición difícil. Por un lado, enfrenta presión internacional para negociar, especialmente dada la grave crisis humanitaria que se ha desatado. Por otro lado, su supervivencia política depende de mantener el apoyo de sus aliados de extrema derecha, cuya base exige una postura más agresiva contra Hezbolá.
El Frente Diplomático: La Respuesta de Israel a la Mediación Internacional
El Papel de la ONU y la Diplomacia Global
En las Naciones Unidas, se han realizado esfuerzos concertados para negociar un alto el fuego, con Estados Unidos y Francia liderando la iniciativa. El primer ministro de Líbano y el enviado de Israel a la ONU han acogido con cautela la propuesta de una tregua temporal, con el objetivo de pasar a conversaciones de paz más sustanciales. Esta propuesta se alinea con la crisis humanitaria en curso en Líbano, donde casi 500,000 personas han sido desplazadas por los ataques aéreos israelíes.
A pesar de estos esfuerzos internacionales, la postura oficial de Israel sigue siendo firme: no habrá alto el fuego hasta que se reduzcan significativamente las capacidades militares de Hezbolá. El ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Israel Katz, ha reforzado públicamente la posición de Netanyahu, subrayando que Israel no pausará sus operaciones hasta que la frontera norte esté completamente asegurada.
Presión Diplomática Occidental vs. Objetivos Estratégicos de Israel
La tensión entre las iniciativas diplomáticas occidentales y la estrategia de seguridad de Israel es palpable. Los diplomáticos estadounidenses y europeos están abogando por una pausa inmediata en los combates, temiendo una escalada regional más amplia que involucre a Irán. Sin embargo, los funcionarios israelíes, incluidos Katz y Netanyahu, argumentan que detenerse ahora permitiría que Hezbolá reconstruya sus fuerzas y prolongue el conflicto. Por lo tanto, cualquier alto el fuego debe incluir garantías de que Hezbolá ya no representará una amenaza para los civiles israelíes en el norte.
Oposición y Puntos de Vista Alternativos: El Compromiso de Yair Lapid
La Propuesta de Lapid para un Alto el Fuego Limitado
Yair Lapid, el líder de la oposición, ha propuesto un enfoque más matizado. En lugar de aceptar un alto el fuego completo de 21 días, Lapid sugiere una tregua de siete días que limitaría la capacidad de Hezbolá para reagruparse, al tiempo que permitiría un espacio para negociaciones diplomáticas. Según Lapid:
«No aceptaremos ninguna propuesta que no incluya la eliminación de Hezbolá de nuestra frontera norte.»
La estrategia de Lapid busca equilibrar la necesidad de alivio humanitario con la importancia de mantener la ventaja militar de Israel. Este enfoque ha ganado cierto apoyo, particularmente entre las facciones centristas dentro de la Knéset, pero sigue siendo incierto si Netanyahu considerará tal compromiso.
El Panorama Político Israelí Más Amplio
El proceso de toma de decisiones de Netanyahu está fuertemente influenciado por la composición de su gobierno actual, que incluye elementos de extrema derecha que ven cualquier forma de alto el fuego como una capitulación. Aunque Netanyahu podría preferir personalmente participar con los mediadores internacionales para encontrar una solución a largo plazo, su supervivencia política inmediata depende de mantener intacta su coalición. Este conflicto político interno podría llevar a una inestabilidad gubernamental, lo que complicaría aún más la estrategia militar de Israel en el norte.
Conclusión: ¿Qué le Depara el Futuro a Israel y Hezbolá?
A medida que el conflicto continúa, el gobierno de Netanyahu enfrenta un delicado acto de equilibrio entre los objetivos militares, la diplomacia internacional y las presiones políticas internas. Las facciones de extrema derecha dentro de su coalición, encabezadas por figuras como Ben Gvir y Smotrich, seguirán presionando por un enfoque más agresivo, dejando poco espacio para la
negociación. Al mismo tiempo, los aliados occidentales abogan por un alto el fuego para evitar más bajas civiles y contener el conflicto dentro de las fronteras de Israel y Líbano.
Para Netanyahu, el desafío no es solo derrotar a Hezbolá, sino mantener la cohesión de su base política. Cómo se desarrolle esto en las próximas semanas dependerá de su capacidad para navegar tanto en el campo de batalla como en el complejo mundo de la política israelí.