Pésaj, la Fiesta de la Libertad, conmemora el éxodo de los israelitas de la esclavitud en Egipto. Es una de las festividades más importantes y observadas en el calendario judío, un tiempo de reflexión, celebración familiar y, para muchos, de conexión espiritual intensificada. En el corazón geográfico y espiritual de esta conexión se encuentra Jerusalén, y dentro de ella, el lugar más sagrado del judaísmo: el Monte del Templo (Har HaBayit en hebreo). Históricamente, Pésaj era una de las tres fiestas de peregrinación (Shalosh Regalim), cuando se esperaba que los judíos ascendieran a Jerusalén para ofrecer sacrificios y celebrar en el Templo Sagrado.
En la Pésaj de este año [Nota: El año específico no se proporcionó, pero se asume que es el más reciente en el momento de la información], se ha observado un fenómeno notable: un aumento significativo en el número de visitantes judíos que ascienden al Monte del Templo. Según informes recientes, un total de 445 judíos visitaron el lugar durante los primeros días de la festividad, lo que representa un incremento de aproximadamente el 30% en comparación con los 345 visitantes registrados durante el mismo período del año anterior. Este aumento no es solo una estadística; es un indicador de cambios palpables en la atmósfera, la política y la práctica religiosa en uno de los sitios más sensibles y disputados del mundo.
Cientos de estos visitantes participaron activamente en oraciones matutinas (Shacharit), la oración especial de Hallel (salmos de alabanza recitados en festividades), la oración adicional de Musaf y las oraciones vespertinas (Mincha). Lo que hace que estas visitas sean aún más notables, según los organizadores, es la percepción de un entorno más propicio para la oración judía. La experiencia descrita contrasta marcadamente con años anteriores, marcados a menudo por tensiones y confrontaciones.
Este artículo se adentrará en las múltiples facetas de este fenómeno. Exploraremos la profunda significación histórica y religiosa del Monte del Templo para el judaísmo, analizaremos los detalles del reciente aumento de visitantes durante Pésaj, examinaremos los cambios en la experiencia de visita y oración, y profundizaremos en el papel atribuido a las nuevas políticas implementadas bajo el Ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir. Además, consideraremos el contexto más amplio del «statu quo», las implicaciones de estos cambios y las perspectivas futuras para este epicentro espiritual y político.
El Monte del Templo: Epicentro de la Fe y la Historia Judía
Para comprender la magnitud del reciente aumento de visitantes judíos, es crucial entender la centralidad incomparable del Monte del Templo en la fe, la historia y la identidad judías. No es simplemente un sitio histórico; es considerado el nexo entre el Cielo y la Tierra, el lugar elegido por Dios para que Su presencia (Shejiná) resida de manera más intensa.
- El Lugar de los Templos Sagrados: El Monte del Templo fue el sitio del Primer Templo, construido por el Rey Salomón alrededor del siglo X a.C. y destruido por los babilonios en 586 a.C. Tras el regreso del exilio babilónico, se construyó el Segundo Templo, que fue magníficamente renovado por Herodes el Grande. Este Segundo Templo fue el centro vibrante de la vida religiosa, social y nacional judía durante siglos, hasta su destrucción por los romanos en el año 70 d.C. La pérdida del Templo marcó un punto de inflexión traumático en la historia judía, dando inicio a la larga diáspora.
- El Kodesh HaKodashim (Santo de los Santos): Dentro del Templo se encontraba el Kodesh HaKodashim, la cámara más interna y sagrada, donde residía el Arca de la Alianza (durante el Primer Templo) y donde solo el Sumo Sacerdote podía entrar una vez al año, en Yom Kipur. La tradición judía identifica la roca fundamental (Even HaShetiya) dentro de esta área como el lugar desde donde se creó el mundo y el sitio del sacrificio de Isaac (Akedat Yitzjak).
- Dirección de la Oración: Desde la destrucción del Segundo Templo, los judíos de todo el mundo se orientan hacia Jerusalén al rezar, y dentro de Jerusalén, hacia el Monte del Templo. Es el punto focal de la oración judía, un símbolo constante del anhelo por la redención y la restauración.
- Anhelo de Reconstrucción: La oración diaria judía incluye múltiples peticiones por la reconstrucción del Templo y la restauración del servicio divino en Jerusalén. La visita al Monte del Templo, para muchos judíos religiosos, es una forma de conectar físicamente con este anhelo y con la santidad inherente del lugar, incluso en su estado actual.
- Centro de Peregrinación: Como se mencionó, Pésaj, junto con Shavuot (Fiesta de las Semanas) y Sucot (Fiesta de los Tabernáculos), eran las fiestas de peregrinación. La Torá ordena a los israelitas presentarse «delante del Señor» en el lugar que Él eligiera, que se identificó con el Templo en Jerusalén. Ascender al Monte durante estas festividades tiene, por lo tanto, una resonancia histórica y bíblica profunda.
Es importante reconocer que el Monte del Templo también alberga una inmensa santidad para el Islam, conocido como Al-Haram al-Sharif (el Noble Santuario). Alberga la Mezquita de Al-Aqsa, el tercer lugar más sagrado del Islam, y la Cúpula de la Roca, un santuario icónico construido sobre la roca desde la cual los musulmanes creen que el profeta Mahoma ascendió al cielo. Esta doble santidad es la raíz de la complejidad, la sensibilidad y, a menudo, la tensión que rodea al lugar. Cualquier cambio percibido en el acceso o las prácticas religiosas es observado de cerca y puede tener repercusiones significativas.
Pésaj 202X: Un Incremento palpable en la Presencia Judía
El dato central es claro: 445 visitantes judíos ascendieron al Monte del Templo durante los primeros días de Pésaj este año, frente a 345 el año anterior. Este aumento de casi el 30% (exactamente 28.98%) no es una fluctuación menor. Señala una tendencia creciente y una posible nueva normalidad en la dinámica del sitio, especialmente durante las festividades judías.
- Contextualizando las Cifras: Si bien 445 personas pueden no parecer un número masivo en términos absolutos, en el contexto de las restricciones históricas y las sensibilidades del Monte del Templo, representa una presencia judía significativa y organizada. Las visitas suelen realizarse en grupos coordinados, siguiendo rutas específicas y horarios designados bajo supervisión policial.
- Las Oraciones Realizadas: La información especifica que se llevaron a cabo oraciones matutinas (Shacharit), la oración especial de Hallel, la oración adicional de Musaf (recitada en Shabat y festividades) y las oraciones vespertinas (Mincha). La recitación del Hallel es particularmente significativa durante Pésaj, ya que consiste en salmos que alaban a Dios por la liberación y los milagros, conectando directamente el acto de estar en el Monte con la temática central de la festividad.
- Oración Silenciosa y Bendición Sacerdotal: Además, se documentó la realización de la oración «Amidá» (la oración central silenciosa del servicio judío) y la Bendición Sacerdotal (Birkat Kohanim) en el lugar. Históricamente, la oración judía audible en el Monte ha sido una fuente principal de tensión y a menudo ha estado prohibida o severamente restringida bajo el «statu quo». La mención explícita de estas oraciones, incluida la Amidá silenciosa (que implica estar de pie y concentrado, a menudo con ligeros movimientos de balanceo) y la Bendición Sacerdotal (realizada por descendientes de la casta sacerdotal, los Kohanim), sugiere una mayor tolerancia o permisividad por parte de las autoridades presentes.
Este aumento numérico y la ampliación de las prácticas religiosas observadas reflejan un cambio en la experiencia vivida por los visitantes judíos, un tema que merece una exploración más detallada.
La Experiencia Transformada: De la Confrontación a la «Oración Tranquila»
Quizás el aspecto más revelador del informe no son solo las cifras, sino la descripción cualitativa de la experiencia de los visitantes. Los grupos que organizaron las visitas destacaron un cambio fundamental en la atmósfera: «Si antes, las visitas al Monte estaban acompañadas de gritos por parte de los Murabitat, quienes gritaban a los grupos judíos, hoy las visitas son cómodas, la policía trata bien a los visitantes judíos y se puede rezar con tranquilidad».
- El Fenómeno de los «Murabitun» y «Murabitat»: Durante años, especialmente entre 2014 y 2016 pero también de forma intermitente después, grupos de activistas musulmanes, conocidos como Murabitun (hombres) y Murabitat (mujeres), se posicionaban en el Monte del Templo para confrontar a los visitantes judíos. A menudo gritaban «Allahu Akbar» (Dios es el más grande) y otras consignas, acusando a los visitantes de «profanar» el santuario. Estas confrontaciones creaban un ambiente tenso y hostil, y a menudo requerían intervención policial. Varios de estos grupos fueron posteriormente prohibidos por las autoridades israelíes por incitación y vínculos con organizaciones consideradas terroristas. La ausencia o disminución significativa de esta actividad hostil es un factor clave en la percepción de una visita «cómoda».
- El Papel de la Policía: La afirmación de que «la policía trata bien a los visitantes judíos» también es significativa. La Policía de Israel tiene la compleja tarea de mantener la seguridad y el orden en el Monte, equilibrando las directivas del gobierno, las sensibilidades religiosas, el «statu quo» y la prevención de la violencia. En el pasado, algunos activistas judíos se quejaban de lo que percibían como un trato policial excesivamente restrictivo o incluso hostil, limitando estrictamente cualquier manifestación de oración judía para evitar provocaciones. La percepción actual de un trato más favorable sugiere un cambio en las directrices operativas o en la interpretación de las mismas por parte de los oficiales en el terreno.
- «Rezar con Tranquilidad»: Esta frase encapsula el cambio más deseado por muchos visitantes judíos religiosos. La posibilidad de realizar oraciones, ya sean silenciosas como la Amidá o incluso verbales como el Hallel o la Bendición Sacerdotal, sin temor a ser interrumpidos, acosados o detenidos, representa una mejora sustancial en su experiencia espiritual. Permite una conexión más profunda y personal con la santidad del lugar, alineándose con el propósito principal de su visita.
Esta transformación percibida en la experiencia de los visitantes no se considera una casualidad por parte de los activistas y observadores. Se atribuye directamente a un cambio en la política gubernamental, específicamente a las directrices emanadas del Ministro de Seguridad Nacional.
La «Doctrina Ben Gvir»: Política, Soberanía y Libertad Religiosa Judía
La información proporcionada vincula explícitamente el aumento de visitantes y la mejora de la experiencia con la política del Ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir. «El resultado que vemos… es el resultado directo de la política del Ministro de Seguridad Nacional, que es muy diferente de la política que se mantuvo en años pasados», señalan los organizadores de las visitas.
Itamar Ben Gvir, líder del partido de extrema derecha Otzma Yehudit (Poder Judío), ha sido durante mucho tiempo un firme defensor de una mayor presencia y derechos de oración judíos en el Monte del Templo. Su nombramiento como Ministro de Seguridad Nacional, responsable de la Policía de Israel, le otorgó una posición de influencia directa sobre la gestión del sitio.
- Énfasis en la Libertad Religiosa Judía: La política central, según las fuentes citadas, es «permitir la libertad de religión a los judíos en todos los lugares, incluido el Monte del Templo». Esta declaración es significativa porque desafía implícitamente las restricciones a la oración judía impuestas bajo el «statu quo» tradicional. La perspectiva de Ben Gvir, como se refleja en las declaraciones de sus allegados, es que negar a los judíos el derecho a rezar en su lugar más sagrado constituye una discriminación inaceptable.
- Afirmación de la Soberanía Israelí: Las fuentes cercanas al ministro refuerzan esta postura enmarcando el Monte del Templo como «un área soberana en la capital del Estado de Israel». Esta afirmación subraya la posición legal y política israelí (aunque no reconocida internacionalmente) de que Jerusalén Este, incluido el Monte del Templo, forma parte integral de Israel. Desde esta perspectiva, no debería haber leyes o prácticas discriminatorias contra ciudadanos judíos en ninguna parte del territorio soberano israelí. «No existe ninguna ley que permita comportamientos racistas discriminatorios hacia los judíos en el Monte del Templo… y así es como el ministro Ben Gvir ha actuado e instruido a la policía», añaden las fuentes.
- Cambios Concretos Implementados: Desde que Ben Gvir asumió el cargo, se han observado cambios prácticos que respaldan esta orientación política:
- Ampliación de Horarios de Entrada: Permitir a los visitantes judíos acceder al Monte durante períodos más largos facilita que un mayor número de personas puedan realizar la visita, especialmente durante las horas pico de las festividades.
- Permiso para Inclinarse (Bowing): La inclinación es una parte integral de muchas oraciones judías, incluida la Amidá. Permitir explícitamente este gesto, que anteriormente podía ser interpretado como una oración prohibida, es un cambio notable.
- Permiso para Oraciones Verbales: Quizás el cambio más significativo es la aparente tolerancia o permiso para oraciones verbales, como el Hallel o la Bendición Sacerdotal. Esto representa una desviación considerable del entendimiento tradicional del «statu quo», que generalmente limitaba a los judíos a visitas silenciosas.
La perspectiva del entorno de Ben Gvir es clara: los cambios implementados no son una violación, sino una corrección de una injusticia histórica y una afirmación de los derechos religiosos y nacionales judíos en el corazón de su capital. El aumento de visitantes se ve como una validación de esta política, demostrando que cuando se facilitan las condiciones, existe una demanda reprimida por parte de los judíos para conectar con su lugar más sagrado.
El «Statu Quo»: Un Concepto Contestatario y en Evolución
Es imposible discutir los cambios en el Monte del Templo sin abordar el concepto del «statu quo». Este término se refiere al delicado conjunto de entendimientos y prácticas que han regido el acceso y el culto en los lugares sagrados de Jerusalén, especialmente en el Monte del Templo/Al-Haram al-Sharif, desde el período otomano, pero que se redefinió significativamente después de que Israel capturara Jerusalén Este en la Guerra de los Seis Días de 1967.
- Componentes Clave del Statu Quo (Post-1967):
- Administración Musulmana: La gestión diaria del complejo (mantenimiento, personal, asuntos religiosos islámicos) permanece en manos del Waqf Islámico de Jerusalén, financiado y supervisado por Jordania.
- Control de Seguridad Israelí: Israel mantiene el control general de la seguridad en el Monte y sus accesos. La Policía de Israel patrulla el complejo y regula la entrada.
- Acceso Musulmán: Los musulmanes tienen libertad de acceso para la oración en cualquier momento.
- Acceso No Musulmán: Los no musulmanes (turistas y visitantes judíos) pueden visitar el Monte durante horarios específicos y siguiendo rutas designadas, pero tradicionalmente se les prohíbe realizar oraciones abiertas o cualquier acto que pueda ser interpretado como culto.
- Interpretaciones Divergentes: El «statu quo» nunca fue un acuerdo formalmente escrito y detallado, lo que ha llevado a interpretaciones muy diferentes.
- Perspectiva Jordana y Palestina: Consideran que cualquier oración judía en el Monte es una violación del statu quo y una provocación. Ven los recientes cambios como un intento israelí de alterar la identidad islámica del sitio y avanzar hacia una división espacial o temporal, similar a lo ocurrido en la Tumba de los Patriarcas en Hebrón.
- Perspectiva de los Activistas Judíos: Argumentan que el «statu quo» original (otomano) no prohibía la oración judía y que las restricciones actuales son discriminatorias e impuestas por Israel por temor a la violencia musulmana. Ven los cambios recientes como un paso hacia la restauración de la libertad religiosa judía.
- Perspectiva Oficial Israelí (Histórica): Tradicionalmente, los gobiernos israelíes han afirmado públicamente mantener el statu quo, aunque en la práctica ha habido una erosión gradual de las restricciones a la oración judía silenciosa en los últimos años, incluso antes de Ben Gvir.
- ¿Está Cambiando el Statu Quo?: Los eventos recientes, como el aumento de visitantes, la ampliación de horarios, el permiso para inclinarse y las oraciones verbales documentadas, sugieren fuertemente que el «statu quo», tal como se entendía comúnmente hace una década, está experimentando una transformación significativa. Lo que antes era impensable o estrictamente prohibido (como grupos judíos rezando abiertamente, aunque sea Hallel o la Bendición Sacerdotal) parece estar volviéndose más común y tolerado por las autoridades bajo la nueva política.
- El Papel de la Policía en la Evolución: La Policía de Israel se encuentra en una posición delicada. Debe implementar las directivas del Ministro de Seguridad Nacional, pero también tiene la responsabilidad de prevenir disturbios y mantener la calma. La forma en que los oficiales interpretan y aplican las reglas sobre el terreno (por ejemplo, qué nivel de oración se tolera antes de intervenir) es crucial y parece haber cambiado, reflejando la nueva orientación política.
La política de Ben Gvir parece estar empujando activamente los límites del «statu quo» tradicional, redefiniéndolo en favor de una mayor expresión religiosa judía en el sitio.
Implicaciones Políticas, Religiosas y de Seguridad
Los cambios observados en el Monte del Templo durante Pésaj no ocurren en un vacío. Tienen profundas implicaciones en múltiples niveles:
- Implicaciones Religiosas:
- Fervor Creciente: Para los judíos religiosos que anhelan una conexión más profunda con el Monte del Templo, estos cambios son enormemente significativos y alentadores. Podrían impulsar un mayor activismo y demanda por derechos de oración plenos.
- Debate Interno Judío: Dentro del propio mundo judío, existen diversas opiniones sobre la conveniencia y la permisibilidad halájica (según la ley judía) de ascender al Monte del Templo en su estado actual de impureza ritual. Mientras algunos grupos lo promueven activamente, muchas autoridades rabínicas ortodoxas importantes todavía lo prohíben. Sin embargo, la tendencia parece ir hacia una mayor aceptación de la práctica.
- Reacción Musulmana: Para muchos musulmanes, estos desarrollos se perciben como una amenaza existencial a su control y santidad sobre Al-Haram al-Sharif. Puede alimentar sentimientos de agravio y la narrativa de que Al-Aqsa está «en peligro».
- Implicaciones Políticas:
- Afirmación de Soberanía: A nivel interno israelí, la política de Ben Gvir refuerza la narrativa de la derecha sobre la soberanía israelí indivisible sobre todo Jerusalén, incluido el Monte del Templo. Es una política popular entre su base electoral.
- Tensiones Internacionales: Estos cambios son vistos con gran preocupación por el mundo árabe y musulmán, especialmente por Jordania, como custodio del sitio. Pueden tensar las relaciones diplomáticas y generar condenas internacionales. Estados Unidos y la Unión Europea también suelen abogar por mantener el statu quo para evitar la escalada.
- Conflicto Israelí-Palestino: El Monte del Templo/Al-Haram al-Sharif es un punto focal del conflicto. Cualquier cambio percibido puede ser un detonante de tensiones, protestas e incluso violencia, como ha ocurrido repetidamente en el pasado.
- Implicaciones de Seguridad:
- Riesgo de Escalada: Un aumento de la presencia judía y de las actividades de oración, especialmente si se percibe como una provocación por parte de los musulmanes, incrementa el riesgo de enfrentamientos en el propio Monte o en sus alrededores.
- Desafío para la Policía: La policía debe gestionar multitudes más grandes y potencialmente más asertivas de visitantes judíos, al tiempo que maneja las sensibilidades musulmanas y previene disturbios, todo bajo un escrutinio intenso. Requiere un despliegue de fuerzas considerable y una toma de decisiones delicada en tiempo real.
- Potencial de Violencia Más Amplia: Las tensiones en el Monte del Templo tienen un historial de extenderse a otras partes de Jerusalén, Cisjordania, Gaza e incluso dentro de Israel.
Perspectivas Futuras: ¿Hacia una Nueva Realidad en el Monte del Templo?
El aumento del 30% en visitantes judíos durante Pésaj y los cambios asociados en la política y la experiencia plantean preguntas cruciales sobre el futuro del Monte del Templo:
- ¿Continuará la Tendencia?: Si la política actual se mantiene y la atmósfera sigue siendo percibida como más permisiva, es probable que el número de visitantes judíos continúe creciendo, especialmente durante las festividades. Podríamos ver intentos de organizar servicios de oración más completos o de introducir objetos rituales (como rollos de Torá o shofares), lo que actualmente sigue estando prohibido.
- ¿Cuál será la Reacción a Largo Plazo?: La reacción de los palestinos, Jordania y el mundo musulmán será clave. ¿Se adaptarán a regañadientes a una nueva normalidad o habrá intentos concertados de resistir estos cambios, ya sea política o físicamente?
- ¿Se Sostendrá la Política Actual?: La política israelí puede cambiar con los gobiernos. Un futuro gobierno podría optar por revertir o moderar las políticas de Ben Gvir en un intento por reducir las tensiones. Sin embargo, una vez que se han establecido ciertas prácticas, puede ser difícil revertirlas por completo.
- El Papel de los Tribunales: Es posible que se presenten recursos legales ante los tribunales israelíes, ya sea por parte de activistas judíos que buscan derechos de oración plenos o por parte de grupos musulmanes o de derechos civiles que buscan preservar el statu quo anterior. El papel del Tribunal Supremo de Israel podría ser decisivo.
- El Sueño del Tercer Templo: Aunque sigue siendo una visión minoritaria, algunos grupos abogan abiertamente por la reconstrucción del Templo Judío en el Monte. Si bien esto está muy lejos de la política oficial israelí, el aumento de la presencia y la oración judía en el sitio es visto por estos grupos como un paso necesario en esa dirección, lo que añade otra capa de complejidad y temor para los musulmanes.
El futuro del Monte del Templo sigue siendo incierto y cargado de potencial tanto para la expresión espiritual como para el conflicto. Los eventos de la Pésaj reciente sugieren que la balanza se está inclinando, lenta pero perceptiblemente, hacia una mayor afirmación de la presencia y la práctica religiosa judía en el lugar, un cambio cuyas consecuencias a largo plazo aún están por desarrollarse.
Conclusión: Un Punto de Inflexión en el Lugar Más Sagrado
El aumento de casi el 30% en el número de visitantes judíos al Monte del Templo durante los primeros días de Pésaj de este año es más que una simple estadística. Es un símbolo potente de un cambio en curso en uno de los lugares más sagrados y disputados de la Tierra. Impulsado por una nueva política gubernamental bajo el Ministro Itamar Ben Gvir, que prioriza la «libertad religiosa judía» y afirma la soberanía israelí sobre el sitio, este aumento se acompaña de informes sobre una experiencia de visita más «cómoda» y la capacidad de «rezar con tranquilidad», en contraste con la tensión y las confrontaciones del pasado.
La ampliación de horarios, el permiso para inclinarse y la creciente tolerancia hacia las oraciones verbales, como el Hallel y la Bendición Sacerdotal, indican una redefinición práctica del «statu quo» que ha regido el sitio durante décadas. Mientras que para muchos visitantes judíos esto representa una corrección bienvenida de la discriminación y una oportunidad para conectar más profundamente con su herencia y fe en su lugar más sagrado, para los palestinos, Jordania y gran parte del mundo musulmán, estos cambios son vistos como una provocación peligrosa y una violación de los acuerdos existentes.
El Monte del Templo / Al-Haram al-Sharif sigue siendo un microcosmos del conflicto israelí-palestino y un punto focal de sensibilidades religiosas globales. El reciente aumento de visitantes judíos durante Pésaj, facilitado por cambios políticos deliberados, marca un momento significativo en la historia continua y compleja de este sitio. Si esta tendencia representa un paso hacia una mayor coexistencia o hacia una mayor confrontación es una pregunta que solo el tiempo, la política y las acciones de todas las partes involucradas podrán responder. Lo que es seguro es que el mundo seguirá observando de cerca cada desarrollo en este corazón palpitante de Jerusalén.