El Ministro de Finanzas de Israel, Bezalel Smotrich, presentó recientemente un plan presupuestario para el año 2025, destacando los desafíos económicos que enfrenta el país debido a la guerra en curso con Hamas. Este conflicto, que ha durado más de un año, ha tenido un impacto significativo en la economía israelí, con costos directos que se estiman entre NIS 200 mil millones y NIS 250 mil millones (aproximadamente entre $54 mil millones y $68 mil millones). En este artículo, exploraremos los detalles del plan presupuestario, las medidas propuestas y las posibles consecuencias económicas.
Un Déficit Elevado en Tiempos de Guerra
Smotrich ha establecido un objetivo de déficit del 4% del Producto Interno Bruto (PIB) para 2025, alineado con las recomendaciones del Banco de Israel. Sin embargo, alcanzar este objetivo requerirá ajustes en el gasto público de aproximadamente NIS 35 mil millones ($9.5 mil millones). Estos ajustes son necesarios para financiar los costos de la guerra, que han sido los más altos en la historia de Israel.
El Ministro de Finanzas explicó que, aunque el déficit fiscal para 2024 se elevó al 6.6% del PIB debido al aumento en el gasto de defensa y civil, el objetivo es reducir el déficit en el último trimestre del año. Sin embargo, esto no será una tarea fácil, ya que el déficit fiscal ya ha superado el objetivo, alcanzando el 8.1% en julio de 2024.
Medidas Propuestas para Reducir el Déficit
Para alcanzar el objetivo de déficit para 2025, Smotrich propuso una serie de medidas de ajuste, aunque no proporcionó detalles completos. Una de las propuestas clave es la fusión de los dos tramos más bajos del impuesto sobre la renta, del 10% y 14%, lo que afectará a la población trabajadora de bajos ingresos. Aquellos que actualmente pagan una tasa mínima del 10% pasarían a tributar según el tramo del 14%.
Otra medida propuesta es la congelación de los salarios en el sector público. Además, se plantea la posibilidad de gravar las «ganancias atrapadas», que son los beneficios obtenidos por corporaciones y multinacionales que no se distribuyen como dividendos a los accionistas, sino que se reinvierten en el desarrollo de negocios, infraestructura y centros de investigación y desarrollo.
Smotrich enfatizó que no considera adecuado aumentar los impuestos en un momento de guerra, como los impuestos corporativos o sobre la renta. En cambio, se propone congelar los cambios fiscales planificados y tomar medidas de eficiencia en los ministerios gubernamentales, así como congelar los salarios de ministros, miembros del Knesset y altos funcionarios.
Críticas y Desafíos Políticos
El plan presupuestario propuesto por Smotrich no ha estado exento de críticas. El Foro Arlozorov, un instituto de investigación independiente que se dedica a dar forma a la política socioeconómica en Israel, ha criticado duramente las medidas propuestas, argumentando que van en contra de la lógica económica. Según el foro, Israel debería optar por una política de inversiones en lugar de recortes, ya que las propuestas del Tesoro podrían dañar gravemente a casi todos los sectores de la población y ampliar las brechas socioeconómicas.
Además, las discusiones entre Smotrich y los funcionarios del Ministerio de Finanzas sobre las finanzas del estado para 2025 se han estancado en las últimas semanas, lo que ha generado preocupación sobre la capacidad del gobierno para aprobar las medidas necesarias para hacer frente al déficit fiscal. Se espera que el gobierno de coalición de derecha de Israel enfrente dificultades políticas para aprobar los recortes de gastos y cambios fiscales necesarios para abordar el agujero fiscal en 2025.
Presión Internacional y la Necesidad de Responsabilidad Fiscal
La situación económica de Israel no solo ha generado preocupación a nivel nacional, sino también a nivel internacional. Las agencias de calificación crediticia, como Fitch, S&P y Moody’s, han rebajado la calificación crediticia de Israel, citando la prolongada guerra en Gaza y sus efectos negativos en las finanzas del país. Fitch, en particular, mantuvo una perspectiva negativa sobre la economía israelí, advirtiendo que la falta de disciplina fiscal podría llevar a nuevas rebajas en la calificación crediticia.
El gobernador del Banco de Israel, Amir Yaron, también ha hecho un llamado a la acción, instando al Primer Ministro Benjamin Netanyahu a avanzar en el plan presupuestario para 2025. Yaron destacó la importancia de la disciplina fiscal y los ajustes presupuestarios como elementos críticos para preservar la estabilidad económica y fortalecer la reputación de la economía israelí durante el período de guerra.
Conclusión: Un Futuro Económico Incierto
El plan presupuestario para 2025 presentado por Bezalel Smotrich refleja la difícil realidad que enfrenta Israel en medio de un conflicto prolongado. La necesidad de financiar una guerra costosa, mientras se mantiene la estabilidad económica, plantea desafíos significativos. Aunque el objetivo de déficit del 4% del PIB para 2025 es ambicioso, las medidas propuestas para lograrlo han generado controversia y escepticismo.
El futuro económico de Israel dependerá en gran medida de la capacidad del gobierno para navegar por las complejidades políticas y económicas que se avecinan. La presión internacional y las advertencias de las agencias de calificación crediticia subrayan la importancia de tomar decisiones responsables que equilibren la necesidad de mantener la seguridad nacional con la estabilidad económica a largo plazo.
En resumen, el presupuesto de 2025 será un verdadero campo de batalla económico, donde las decisiones tomadas no solo afectarán a la economía actual, sino que también tendrán un impacto duradero en la sociedad israelí y su posición en la economía global.