Los dos líderes religiosos cubrirán los puestos que han estado vacantes durante más de diez años, después de una prolongada batalla legal sobre el proceso electoral para determinar dichos cargos.
Después de una carrera electoral prolongada repleta de intriga política, drama legal y maquinaciones de todo tipo, Shlomo Amar y Arye Stern fueron elegidos, respectivamente, los grandes rabinos sefaradí y ashkenazí de Jerusalem ayer por la noche.
La carrera por la posición sefaradí estuve en conflicto en el movimiento Shas y el mundo haredi sefaradí tras la muerte del rabino Ovadia Yosef, con disputas entre el presidente del partido Arye Deri y la familia Yosef, por un lado, y el rabino Shlomo Amar y descontentos políticos por otro lado.
Mientras tanto, la carrera por el cargo ashkenazí, aunque menos conflictiva, también tuvo disputas entre todos los candidatos a ocupar dicha posición.
En relación con el gran rabino sefardí, los resultados de las votaciones finales del cuerpo electoral de 48 miembros fueron de 28 votos para Amar, 18 por su más cercano contendiente, el rabino Shmuel Eliyahu, y dos votos para el rabino Haim Amsalem.
Para la posición ashkenazí, 27 votos fueron para Stern y 20 fueron al rabino Moshé Jaim Lau, con una abstención.
«Vamos a trabajar para unir a todos los sectores de la opinión pública y las distintas comunidades de Jerusalem y para atraer a la gente más cercana al judaísmo», expresó Stern.
Amar dijo que la tarea de construir Jerusalem era un proyecto en curso y afirmó que iba a tratar de ser parte en su flamante cargo.
El partido Habait Hayehudi recibió los resultados de la votación con entusiasmo y declaró que «Jerusalem está en manos del sionismo».