El año pasado, 2.675.000 turistas extranjeros visitaron Israel, frente a los 397.000 de 2021 y los 831.000 de 2020, cuando se restringieron los viajes internacionales debido a la pandemia de coronavirus.
Los ingresos por turismo entrante en los últimos 12 meses se situaron en algo menos de 4.000 millones de dólares.
Las fronteras de Israel no se abrieron oficialmente al turismo el pasado mes de marzo, y en mayo se eliminaron todas las restricciones.
El turismo entrante en Israel en 2022 fue aproximadamente un 40% inferior al de 2019, que batió récords. Sin embargo, el año pasado se registraron más de 20 millones de pernoctaciones de israelíes, más que en 2019, lo que refleja un aumento del turismo interno.
“2022 fue un año de recuperación de la crisis de la corona. La tendencia es positiva y batir el récord de turismo receptivo de 2019 es un objetivo realista en el horizonte”, ha declarado el recién nombrado ministro de Turismo, Haim Katz.
“El turismo interno ha demostrado ser una fuerza económica tan esencial como el turismo receptivo. Nuestro objetivo es reducir los obstáculos, poner en marcha proyectos que aumenten la oferta de alojamiento y desarrollen las infraestructuras, para aprovechar plenamente el potencial turístico del país”, añadió.
Mientras tanto, unas 70.000 personas de 95 países diferentes inmigraron a Israel en 2022, el mayor número de olim en 23 años y un aumento espectacular respecto a 2021, cuando llegaron al país unos 28.600 inmigrantes.
También en 2022, la población de Israel aumentó un 2,2%, hasta un total de 9.656.000 habitantes, según la Oficina Central de Estadística.
De los residentes en el país, 7.106.000 son judíos (73,6%), 2.037.000 son árabes (21,1%) y 513.000 son de otras confesiones.
El aumento de la población eclipsó el crecimiento del 1,8% en 2021, y la diferencia se atribuye en parte a un mayor número de inmigrantes en los últimos 12 meses.