El primer ministro Yair Lapid aterrizó en el aeropuerto JFK de Nueva York el martes antes de asistir a la Asamblea General de la ONU.
Poco después de su llegada, el equipo de Lapid confirmó que el primer ministro se reuniría con el rey Abdullah II de Jordania más tarde el martes, en medio de las crecientes tensiones en Cisjordania.
Varios medios que citaron a altos funcionarios no identificados dijeron que ambas partes estaban interesadas en celebrar la sentada, a medida que aumentan las tensiones en Cisjordania. Con la temporada de vacaciones judías que comienza el domingo, tanto Jerusalén como Ammán están ansiosos por evitar que se repita la violencia de abril en la capital israelí, cuando coincidieron la Pascua, el Ramadán y la Pascua.
El cara a cara será la segunda reunión entre los líderes. Lapid celebró su primera reunión con Abdullah como primer ministro en julio en el Palacio Real de Ammán. Aunque Israel y Jordania firmaron un tratado de paz y establecieron relaciones diplomáticas plenas en 1994, los lazos han sido tensos en los últimos años, y los países a menudo se enfrentan por asuntos relacionados con los lugares sagrados y los palestinos.
Además de Abdullah, Lapid también tenía previsto reunirse el martes con el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y el primer Ministro griego, Kyriakos Mitsotakis.
Lapid se reunirá con la nueva primera ministra del Reino Unido, Liz Truss, el miércoles por la tarde.
También se reunirá con líderes judíos comunitarios estadounidenses y participará en la gala anual de Amigos de las Fuerzas de Defensa de Israel, una organización que apoya el bienestar de las tropas, el martes por la noche.
El presidente iraní, Ebrahim Raisi, también se dirige a Nueva York, calificando su aparición en la ONU como una oportunidad para explicar al mundo sobre la supuesta “malicia” que naciones y potencias mundiales no especificadas tienen hacia Irán.
Raisi fue criticado el lunes después de que dijo en una entrevista con “60 Minutes” que había “algunas señales” de que ocurrió el Holocausto, pero sugirió que el tema necesitaba más investigación.