La oficina antiterrorista de Israel puede advertir a los israelíes que no viajen a Qatar para la Copa del Mundo en noviembre, según informes de los medios de comunicación en hebreo.
Israel ya desaconseja todos los viajes no esenciales a Qatar, un estado del Golfo con el que Jerusalén no tiene relaciones diplomáticas formales y donde Irán continúa ejerciendo una influencia considerable, pero aún no ha elevado su nivel de advertencia de 3 a 4, el grado más alto.
Según el periódico Israel Hayom, el Consejo de Seguridad Nacional se reunirá la próxima semana sobre el tema, y los funcionarios están particularmente preocupados por la presencia iraní en el partido.
Casi 15.000 israelíes ya han comprado boletos para la Copa del Mundo de 2022, programada para noviembre debido a los calurosos veranos de Qatar, informó Israel Hayom.
Las agencias predijeron que entre 25.000 y 30.000 israelíes podrían viajar allí para el torneo de fútbol, pero los funcionarios israelíes temen que puedan convertirse en objetivos fáciles para Irán o sus representantes.
“Este es un desafío de seguridad complicado que requiere la cooperación de todas las autoridades de Qatar, algo que no estamos seguros de que sucederá”, dijo una fuente de seguridad a Israel Hayom.
“Solo después de nuestra reunión entenderemos si podemos manejar este desafío y cómo. Hay tantos israelíes programados para estar allí, es algo que nunca ha sucedido en un estado con el que tenemos relaciones inestables, por decir lo menos”.
Qatar ha prometido permitir la entrada a visitantes de todos los países durante la Copa del Mundo, con la condición de que tengan entradas para al menos un partido, lo que también se aplica a los israelíes.
Nitzan Uriel, exjefe de la oficina antiterrorista, que emite advertencias de viaje, dijo a las noticias del Canal 12 que es demasiado pronto para emitir advertencias para el torneo.
“No creo que puedan dar una advertencia que sea relevante para la Copa del Mundo en noviembre”, dijo, sugiriendo que emitan una advertencia más cerca del evento y acuerden reembolsar a quienes ya compraron boletos.
Uriel agregó que, con la excepción de los Juegos Olímpicos de Munich de 1972, los grandes torneos deportivos internacionales normalmente no son los principales objetivos terroristas. “Hay demasiados intereses que quieren que pase con calma y en paz”.