La ministra de Turismo, Orit Farkash-Hacohen (en la foto), realizó una conferencia de prensa el martes para presentar la estrategia del gobierno para que los turistas extranjeros regresen al país lo antes posible.
El turismo es un componente importante de la economía israelí, pero la pandemia del coronavirus significó que un 81 por ciento menos de turistas ingresaron a Israel en 2020.
El 23 de mayo, Israel espera comenzar a cambiar esa situación. Farkash-Hacohen reiteró que en esa fecha, Israel comenzará a permitir la entrada a un número limitado de grupos de turistas extranjeros. Es una especie de prueba para las autoridades israelíes evaluar su capacidad para vigilar a los extranjeros en caso de que haya signos de otro brote de COVID.
Si todo va bien, un número ilimitado de grupos de turistas podrán ingresar a partir del 1 de junio, y un mes después, el 1 de julio, Israel comenzará a admitir viajeros individuales.
No hace falta decir que Israel solo permitirá la entrada a los viajeros que hayan sido completamente vacunados contra COVID-19 y presenten resultados negativos de una prueba Corona reciente.
Un inconveniente es que, dado que los niños menores de 16 años todavía no están siendo vacunados, Israel no los admitirá en este momento. Así que todavía no hay viajes familiares a Israel.
Como es típico en el gobierno israelí, los planes de un ministerio son atacados inmediatamente por otro. Los planes optimistas del Ministerio de Turismo ya están siendo criticados por el Ministerio de Salud, que insiste en que las nuevas variantes de Corona hacen que el cronograma presentado por Farkash-Hacohen sea arriesgado, en el mejor de los casos.