En un descubrimiento histórico que cambiará nuestra comprensión de la antigua Jerusalén, un equipo de investigadores israelíes del Instituto Weizmann de Ciencias ha revelado innovadoras técnicas de datación por carbono que ofrecen una visión sin precedentes de la cronología de la ciudad durante la Edad del Hierro. Esta revelación desafía suposiciones anteriores e ilumina una Jerusalén que era más grande y más urbanizada de lo que se pensaba anteriormente, particularmente durante los siglos X al XII a. C., un período crucial asociado con los reinados del rey David y el rey Salomón.
Dirigidos por la Dra. Elisabetta Boaretto, los hallazgos del equipo de Weizmann se publicaron en la revista revisada por pares PNAS (Proceedings of the National Academy of Sciences) y ya han despertado un entusiasmo considerable en los círculos arqueológicos. Su estudio representa un importante avance en la datación precisa de sitios urbanos, proporcionando lo que los investigadores denominan una “cronología absoluta” del pasado antiguo de Jerusalén.
“Jerusalén es una ciudad viva; no es como un sitio de televisión construido como una secuencia de capas”, explicó el Dr. Boaretto. “A pesar de los desafíos que plantean las constantes reconstrucciones y la evidencia arqueológica dispersa, pudimos reconstruir su cronología absoluta durante la Edad del Hierro”.
El estudio, un esfuerzo de colaboración entre el Laboratorio de Espectrometría de Masas del Acelerador de Investigación Dangoor de Weizmann, la Autoridad de Antigüedades de Israel y la Universidad de Tel Aviv, empleó técnicas innovadoras del campo emergente de la microarqueología. Al analizar meticulosamente más de 100 muestras de materia orgánica, predominantemente semillas carbonizadas, obtenidas de lugares estratégicos dentro de la antigua Jerusalén, los investigadores lograron un nivel de precisión antes inalcanzable.
El avance clave se produjo al superar la famosa “meseta de Hallstatt”, una limitación de los métodos tradicionales de datación por radiocarbono que había dificultado el análisis preciso de materiales que databan aproximadamente del 800 al 400 a.C. A través de su enfoque innovador, que incluía referencias cruzadas con anillos de árboles fechados en el calendario, el equipo sorteó este obstáculo y ofreció una cronología más detallada y confiable.
Una de las revelaciones más intrigantes del estudio se refiere a la datación del Muro del Rey Ezequías, atribuido anteriormente al siglo VIII a.C. Contrariamente a la creencia popular, los investigadores determinaron que esta imponente fortificación fue construida décadas antes, durante el reinado del rey Uzías, arrojando nueva luz sobre las estructuras defensivas y el contexto histórico de la ciudad.
Además, los hallazgos proporcionan evidencia convincente de una presencia humana generalizada en Jerusalén ya en el siglo XII a. C., desafiando las suposiciones convencionales sobre el desarrollo temprano de la ciudad. En particular, una expansión hacia el oeste de la antigua Jerusalén data precisamente del siglo IX a. C., lo que subraya el crecimiento dinámico de la ciudad durante este período.
Si bien el estudio se abstiene de abordar directamente los reinos del rey David y el rey Salomón, sus implicaciones son profundas. El profesor Yuval Gadot de la Universidad de Tel Aviv, colaborador del proyecto, comentó: “Estos resultados sugieren que la antigua Jerusalén puede haber estado más desarrollada de lo que se había planteado anteriormente, inclinándose hacia una caracterización urbana más que rural”.
En esencia, esta innovadora investigación representa un hito importante en el desentrañamiento de los misterios del pasado de la antigua Jerusalén. Al proporcionar una cronología completa y de alta resolución de la historia temprana de la ciudad, el estudio ofrece información invaluable sobre el surgimiento de Jerusalén como capital de importancia regional y punto focal de la civilización antigua. A medida que se asienta el polvo sobre este descubrimiento innovador, una cosa es segura: nuestra comprensión del pasado histórico de Jerusalén nunca volverá a ser la misma.